El sábado pasado asistimos al Mercado Romano de Iesso, en la ciudad de Guisona, Lérida, para sumarnos a las fiestas romanas de un pueblo cuya historia va unida irremediablemente a un pasado construido sobre vestigios romanos.
En verano el buen tiempo, las vacaciones, el deseo de aire libre y la vitalidad que nos transmite la estación invitan a vagar libremente y a moverse de aquí para allá. Y exactamente eso es lo que hicimos: planificar una excursión. De está forma pudimos acercarnos a conocer Guisona un municipio que no conocíamos y ya de paso disfrutar de sus fiestas. Os avanzo que los peques se divirtieron un montón.
Paseamos por el centro de Guisona, sus calles empedradas, el Portal del Angel, que es precioso, y nos da acceso siguiendo una calle unos pocos metros a la Plaza Mayor, semiporticada y presidida por la iglesia de santa María. Se trata un casco antiguo pequeñito, por el que vale la pena dar una vuelta y sentarse al fresco en algunas de las terrazas que encontraréis en el camino.
El sábado el pueblo rezumaba por sus balcones y sus calles de un ambiente alegre de fiesta mayor. Las fachadas engalanadas con estandartes y estatuas. Los escaparates de los comercios transformados. Escenarios en las plazas, en las esquinas en las calles…
Una de las cosas que más me gustaron fue que se transmitía el hecho de que era una fiesta en la que se implica la gente del pueblo, ya sea paseando con sus vestidos romanos u organizando las actividades infantiles o escenificando pasajes de la historia.
Las actividades son variadas, el mercado en sí, es un mercado artesano aunque ambientado por la decoración y la vestimenta de los vendedores. Había paradas artesanas de alimentación como quesos, embutidos, cocas o si no de bisuteria, complementos de cuero… Pudimos pasear por delante del campamento romano, de Barcino Oriens, y disfrutar de pasacalles y puestas en escena: legionarios, senadores, pasaron por delante de nuestros ojos. Incluso conocimos a un dios Baco, que aunque muy gracioso, resultaba algo impactante, acostumbrados a representaciones como la de Caravaggio, con aquella barriga que parecía más bien producto de la cebada que del fruto fermentado de la vid. Además había talleres, exposiciones, demostración de oficios antiguos…
Si queréis que los niños pasen un día diferente la diversión esta asegurada: para empezar las fuentes del pueblo se convierten en termas donde los peques pueden chapotear a su gusto. Entre las opciones infantiles la de hazte legionario estuvo muy entretenida con juegos de los de toda la vida y algunos realmente creativos, otros pasados por agua, de destreza… Aptos para un rango de edad amplio y monitorizados por la gente del pueblo, concretamente por integrantes del Centro excursionista de Guisona, con muchas ganas e ilusión. Una vez superadas todas las pruebas se consigue el título de legionario.
El recinto arqueológico de Iesso estaba de puertas abiertas y tuvimos la oportunidad de hacer una visita. No pudimos optar por la visita guiada porque coincidía con la gymkhana infantil, “Pista a la romana”, aunque se hacia otra a las 7 de la tarde. La “Pista a la romana” la organizaban, en el recinto arqueológico, els Margeners de Guissona y se podría resumir en agua, barro y diversión. Como mamá prevenida me había llevado ropa de baño para la ocasión pero no hubo manera de convencerlos de que se cambiaran con lo que tuvimos que volver a casa con los peques convertidos en auténticos cerditos de esos que campan libres por las dehesas embarrándose en el primer pastizal que encuentran.
No conocía este evento y con lo que me gusta a mí un mercado artesano!!!! Gracias por tantos detalles, casi casi como si allí estuviera. Un beso grande.
Nosotros tampoco, era la primera vez que ibamos y los niños disfrutaron muchísimo con los juegos que tenían montados para peques!!! Además la gente del pueblo superamable!!! Besotes guapa!!!