Este fin de semana, los días 3, 4 y 5 de junio, se celebra la segunda edición de Benvinguts a Pagès. Una iniciativa en la que diversas explotaciones del sector primario en Cataluña abren las puertas a la ciudadanía para que podamos disfrutar y conocer de cerca la producción de aquellos productos que denominamos de proximidad. Es una oportunidad para adentrarnos en la producción de aquellos alimentos que consumimos y para que los niños descubran en primera línea de dónde proceden las viandas que guardamos en nuestras neveras y despensas.
Este año hemos visitado varias explotaciones, nuestra primera parada fue en una empresa de miel. Concretamente la de Mel del Castell de Penyafort.
Mel del Castell de Penyafort
Pasamos una mañana conociendo los secretos de la producción de miel en un entorno privilegiado, rodeado de viñas y naturaleza y a muy poca distancia del Castillo de Peñafort.
En la visita descubrimos más sobre la vida de las abejas, pudimos acercarnos a las colmenas más cercanas de la finca, bien equipados, eso sí, y en el obrador aprendimos sobre el proceso de la extracción de la miel: qué herramientas y máquinas se utilizan, los diferentes elementos que se pueden extraer de los panales (miel, própolis, cera,…), y cómo se realiza el proceso paso a paso desde que las abejas regurgitan el néctar hasta que la miel acaba envasada en el tarro.
Resulta interesante ver y conocer el proceso, especialmente para los niños. Pudimos observar como trabajan las abejas a través de un cristal y nos dedicamos también a probar los diferentes tipos de miel. Gracias a la cata nos sumergimos en las diferentes texturas, colores y sabores. La idea de la cata de miel es bastante acertada, ya que, normalmente, aunque consumamos diferentes variedades, no las solemos comparar todas juntas, y percibimos lo curioso que resulta que según de qué flores extraigan el néctar, pueda variar tanto un sabor de otro: más dulce, más amarga, con un punto picante o salado,…
En Mel del Castell de Penyafort la producción se realiza de manera artesanal y preparan diversos productos relacionados con lo que nos ofrecen las abejas: miel de naranjo, mil flores, de bosque, de romero, de castaño,… Además de miel, tienen panales, polen, caramelos y propomiel, está última es una mezcla de polen, própolis y miel, un complemento alimenticio natural que recoge todas las propiedades beneficiosas del polen, el própolis, y la miel, que es una fuente de vitaminas para mantenernos sanos y llenos de energía a niños y mayores.
Si os interesan las abejas y la producción de miel, en Mel del Castell de Penyafort ofrecen diversos talleres y conferencias. Talleres de extracción de miel, velas, catas de mieles, cosmética para niños y adultos,… Podéis consultar la agenda en la misma página Web de Mel del Castell de Penyafort. Nosotros no descartamos apuntarnos en alguno para adentrarnos un poco más en el mundo de las abejas. Y es que a veces no somos conscientes de la importancia de estos insectos para el correcto funcionamiento de la vida en nuestro planeta.
Las abejas y su importante labor
Las abejas se deben proteger y cuidar, ya que de producirse su extinción estaríamos sometidos a un peligro inminente. Para ello, me remito a una frase que circula por Internet atribuida a A. Einstein «Al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.
A día de hoy existen numerosos factores que perjudican la vida de las abejas y las conducen a la reducción de sus poblaciones: el uso indiscriminado de pesticidas, el cambio climático, los cultivos modificados genéticamente, la contaminación, que afecta a las épocas de floración. La aparición de patógenos como el ácaro Varroa o especies invasoras como la avispa asiática… Todo ello contribuye a que su población se haya visto mermada, desapareciendo colonias enteras, y algunas especies se hayan extinguido ya.
Resulta necesario tomar conciencia de que las abejas no son eternas y nosotros tampoco.
Desde mi pequeño espacio en la blogosfera os invito a cuidarlas, respetarlas y sumergiros en su mágico mundo.
Por nuestra parte, gracias a la iniciativa Benvinguts a Pagès y a la família de la Masía Cal Magí nos trasladamos al mundo de la miel y las abejas. Probamos los diferentes tipos de miel que producen, que huelga decir que está deliciosa. Y todo ello disfrutando del trato acogedor y familiar con el que nos obsequiaron los propietarios de la empresa Mel del Castell de Penyafort.