En el #VDLN de la semana pasada Principesa Preslav nos hablaba de festivales musicales. En la temporada primavera – verano Barcelona se llena de música: tenemos Primavera Sound, Artenou, I Am Global, Barcelona Metal… y, ¿cómo no? el Sónar, música eléctronica y experimental, que cada año viene acompañado de su versión infantil.
Y refiriéndose al Sónar encontré hace unos días, por pura casualidad, un artículo, “Ser diferente es un orgullo, nerd un título”, de Lucía Etxebarría, que me pareció bastante coherente sobre cómo se lleva esa «etiqueta», ya sea impuesta o autoimpuesta, de ser diferente. El artículo básicamente concluía en que ser diferente no es una lacra sino más bien un orgullo, aunque para llegar a esa conclusión el camino no esta exento de recovecos, contradicciones y dudas.
El citado artículo promocionaba una cantante que hoy, 19 de junio, actuará en el Sónar, Kate Tempest. Abanderada por la trayectoria de Kate Tempest, Lucía Ectxebarria nos habla el peso de los prejuicios y las ideas preconcebidas: Kate Tempest, rubia, frágil, dulce y lesbiana no encaja con el concepto estereotipado de cantante de rap. Al final todo es cuestión de contexto.
“Lo curioso es que, en teoría, vivimos en una sociedad que potencia el valor de la diferencia y que hace que la gran parte de las personas deseen ser únicos, especiales, reconocidos. Pero a la vez las personas que chocamos con los estándares sociales predominantes nos sentimos mal, poco aceptados, incomprendidos. Tanto si eres superdotado, como si eres homosexual, lesbiana, bisexual, trans, negro, chino, latino, gordo, demasiado flaco, plana… muchas veces te cuesta aceptarte tal y como eres.”
Y es que los seres humanos tenemos la capacidad innata de prejuiciar, estereotipar, juzgar y encasillar. Ya decía Einstein hace algunos años ¡Triste época la nuestra, es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio!. A pesar de ello el triunfo como rapera de Kate Tempest es la prueba de que se puede desintegrar. Según Etxebarria precisamente lo que ha elevado a esta chica en un campo en el que no “encaja” es la diferencia.
Son tres los motivos me han llevado a elegir esta cantante para el #VDLN: un buen artículo y un festival que se celebra estos días de los que ya os he hablado. Falta el tercero, que es el gusto por la música rap que está mostrando últimamente uno de mis retoños. Lo peor es que tiene que batallar con los otros dos para que acepten sus recién descubiertos gustos musicales, sin que la encasillen por ello con un estilo de vida que no la identifica:
Fruto de ello el comedor de mi casa se transforma en una batalla campal con aroma de radicalismo pre y adolescente. De un bando pre y del otro adolescente, al que se suma un auxiliar biberón ávido de escaramuza. A ellos se unen protegiendo los flancos, cual caballería pesada, los ritmos de diferentes estilos musicales, formando una nube de decibelios que emanan de 3 pantallas.
Y yo, general al mando, masa mapa en mano, elaboro una estrategia diplomática en la cocina colina. Me lanzo a la primera línea para intentar que mi hogar se convierta de nuevo en un remanso de paz y armonía. Enarbolo la bandera del diálogo para recodar que cada uno es diferente y que se deben respetar las preferencias individuales. Notificando al bando atacante que uno de sus grupos preferidos, Linkin Park, también se nutre en ocasiones de este estilo musical, aunque sea rap metal. Y al atacado le digo que no se puede imponer a los demás aquello que no les agrada. Balance de pérdidas, recuento de heridos… No hay vencedor ni hay vencido.
A mí personalmente no me gusta el rap, o el hip-hop en su estilo puro, nunca me ha identificado, ni la cultura que se mueve a su alrededor, quizá porque no lo he entendido, sin embargo tampoco me he preocupado por hacerlo. Pero el rap de Kate Tempest me suena bien, no solo son los ritmos… Esta chica escribe bien, no en vano recibió en el 2013 el Ted Hughes Award, premio de poesía inglesa que se otorga anualmente a autores noveles y además está ultimando los detalles de su nueva novela “The Bricks That Built The Houses” .
Me pasa como a ti, no me gusta el Rap, ni el Hip-hop. Y por mi parte con esta chica no es diferente… XD Pero esta bien oír de vez en cuando otros tipos de música! Feliz VDLN y finde!
Sí, para variar!!! Aunque me temo que en casa toca rap por una temporadita!! Igual al final me aficiono y todo 😉 Besos y feliz #VDLN
El rap no es lo mío. No me llama. Alguna canción suelta, pero porque la debían poner mucho en la radio. Eso sí, la última canción rap que he escuchado, a parte de esta, es la de Antonio Resines en los Goya de hace un par de años. Brutal!!!
Feliz finde!!!!
A mi tampoco me llama!!! La de Antonio Resines? no se ni cual es ja,ja 🙂 Feliz finde
Hola!
Gracias por la mención.
No conocía a Katr, es que la música electrónica no me gusta mucho salvo contadas canciones de Chemical Brothers (que iban al Primavera Sound) o Prodigy.
Besos!
Joe, que es RAP. Pues lo mismo, RAP solo contadas canciones de gente que no sé ni cómo se llama. En esto soy una ignorante 🙁
Ja,ja.. Ya somos dos 🙂
Yo tampoco la conocía, topé con ella por pura casualidad y creo que voy a escucharla un poco!!! Besos y feliz finde!!!
Pues a mi si me gusta el rap. O algunos raps. soy fan de Linkin Park y su rap-metal, y hace años escucha a Violadores, DefConDos y otros grupos emergentes. El rap que me gusta es el que se sale del estereotipo, de la imagen que todos tenemos de un rapero. A esta chica, Tempest, no la conocía, pero es el tipo de rap que me gusta 😉
Saludos, y feliz #vdln
A mí linkin park también me gusta!!! Los Violadors DefConDos no los conozco..Yo también la acabo de conocer y le veo un algo 🙂 Besos y feliz #VDLN
Holaa! pues suena bastante bien. El rap no es que me motive mucho pero este tema me parece entretenido e interesante. Fui fan de Eminem y claro eso de intentar saber lo que decía me atraía aún más. Good y buen fin de semana!
Sí a mi este tema también me ha gustado, aunque no soy de rap !! Feliz finde a vosostros también
Calla, calla de guerras musicales. Hasta esta temporada en que por trabajo dejaron de competir, los viajes se volvían terribles. Imagina uno 50.000 km de coche por invierno con la chica intentando que nos aprendiéramos de memoria las letras de Pereza, el chaval (se llevan 13 meses) queriendo convertir el coche en un concierto de Slipknot o de Korn… y el padre aprovechando en cuanto se dormían para plantar a Rosenvinge. Por cierto, aunque a esta mujer no la conocía, ami sí que me gusta el rap. Buena semana.
Ay,ay..Qué ya me imagino el coche como una olla de grillos ja,ja. Por suerte en el coche hay unanimidad, o al menos mayoría democratica: los niños radio Flaixbac, a mí me da igual y mi marido tiene que ceder ante la mayoría 🙂