Las estadísticas dicen que entorno a un 2 y un 5% de la población es superdotada. El número aumenta cuando hablamos de altas capacidades intelectuales. Esas estadísticas cuentan tan sólo aquellos casos de personas que están diagnosticadas y , personalmente, creo que la cifra es más elevada.
Son muchos los niños que poseen unas características intelectuales superiores a la media pero nunca llegarán a saberlo. E incluso llegaría a afirmar que todos los que estáis leyendo mis palabras conocéis a más de una persona con altas capacidades intelectuales .
El objetivo que me lleva a escribir sobre el tema es ofreceros algo de información y sobretodo comprensión hacia los niños. Particularmente definiría a estos niños como “niños con amplitud de miras”. Ahora os preguntareis por qué. Pues bien, yo creo que su curiosidad siempre los impulsa a ir más allá que los demás. Esta curiosidad innata los desborda y para ellos es una necesidad vital.
Y esto los padres y educadores es algo que deben alimentar. Los niños superdotados no son aquellos que se aprenden los temas de memoria en el colegio, sino como os he comentado, aquellos que van más allá. Los que se preguntan (y nos preguntan) sobre el porque de las cosas y a veces en las aulas encuentran por si mismos las respuestas antes de que el maestro termine de explicar la lección.
Padres, maestros y cuidadores hemos de intentar facilitarles el camino para encontrar esas respuestas, en el mejor de los casos buscarlas con ellos y enseñarles a usar los recursos necesarios para hallarlas.
En este sentido os quiero mencionar un articulo que leí en el dominical de “la Vanguardia” hace algunos años titulado“el talento” y escrito por José Antonio Marina, hablaba de la inteligencia y del uso que hacemos de ella.
Así, decía que la inteligencia siempre es en potencia, esta allí como una base que hemos de saber utilizar y la forma en como lo hacemos la constituye el talento. La inteligencia siempre es potencial y en cambio el talento es acto.
A este respecto y retrotrayéndonos a lo que os decía de que les hemos de ayudar en su trayectoria, el Sr. Marina exponía un ejemplo que a mí particularmente me gusto mucho y os voy a transcribir:
“La inteligencia se parece al juego de póquer. En la vida y en el juego hay cartas buenas y cartas malas. En la vida, las condiciones genéticas, sociales, económicas en que se nace; en el juego los naipes. Es mejor, sin duda, tener cartas buenas, es decir tener muchas capacidades, pero (…) no gana el que tiene mejores cartas sino el que sabe jugar mejor. El talento consiste en jugar bien con los recursos que se tienen”. Así que ya sabéis: ofrecerles recursos y enseñarles a utilizarlos.
Mostrarles el camino para “saber jugar sus cartas”
Algunas veces estos niños se encuentran con dificultades en su entorno cotidiano, de hecho a sus compañeros de clase les extraña que utilicen un lenguaje más elaborado, o no entienden como a su amiguito del “cole” le interesan temas que no se plantean los niños de su edad.
A veces también puede ocurrir que se relacionen con otros niños a los que no les guste que les superen en inteligencia y estos factores podrían conducir a que estos tengan cierta tendencia a sufrir acoso escolar, aunque no siempre es así y a veces asumen el liderazgo de la clase tanto en positivo como en negativo.
Al colegio van con grandes expectativas, con el deseo de encontrar las respuestas que su curiosidad les plantea sin embargo, desde bien pequeños se topan con una barrera: el aburrimiento. Día tras día se encuentran repitiendo largas y tediosas lecciones y al final, decepcionados, en el mejor de los casos se acomodan y se cargan de paciencia.
En el peor caen en la apatía o se rebelan en clase entonces se convierten en niños conflictivos. O bien, en niños cuya conducta revierte o se confunde, según los casos, con problemas de hiperactividad, déficit de atención etc….
En este sentido cabe destacar que hay un índice alto de fracaso escolar entre los niños superdotados o con altas capacidades intelectuales.
Si bien cada niño es un mundo y cada familia un universo y por tanto no se puede generalizar hay una serie de características que pueden poseer los niños con altas capacidades intelectuales:
Aprenden con facilidad, adquieren pronto habilidades psicomotrices como el andar, generalmente aprenden a leer a edades tempranas y prácticamente sin ayuda, su curiosidad esta muy activada y muestran diversos temas en que centran su interés, suelen ser autónomos e independientes, sensibles, creativos, acostumbran a aburrirse con tareas monótonas, poseen un elevado sentido de la justicia y a menudo no aceptan la autoridad sino se acompaña de motivos razonables etc..
De todas formas cada niño es diferente y no tiene porque mostrar todas las características pero si os interesa saber más porque sospecháis que vuestro niño puede englobarse en este colectivo os dejo un enlace de Hemisferi (que es un centro para el diagnóstico y seguimiento de la superdotación ) donde podréis rellenar un cuestionario orientativo, que os permitirá haceros una idea sobre la necesidad de realizar un diagnóstico.
A veces estos niños tienen diversos problemas. En este sentido me remitiré de nuevo a un ejemplo, esta vez lo escuché en una conferencia sobre el tema ofrecida por la Dra. Rosa Jové, ella comparó a los niños de altas capacidades con un violín de marca Stradivarius : Si alguien que no sabe nada de música intenta tocarlo nos parecerá el violín más malo del mundo pero no es por el violín sino por quien mueve sus cuerdas.
Así que de nosotros, como sociedad, depende que estos niños desarrollen sus mejores cualidades y para ello es necesario saberlos tratar.
Y ya por último deciros que la superdotación intelectual es una característica más de estos niños igual que hay niños altos, bajos, tímidos, simpáticos, pues los hay listos igual que no tan listos y por tanto no debemos perder el Norte centrándonos en una solo rasgo de su individualidad,(que, por otra parte, no niego que es necesario cultivar) por encima de todo son niños y como todos los niños, sean como sean, necesitan jugar, correr saltar, y sentirse amados, socializar con otros niños…en fin que más voy a decir: como todos los niños están aprendiendo a caminar por la vida.
Si sospecháis o acabáis de descubrir que vuestro hijo posee altas capacidades probablemente estéis algo angustiados y ansiosos por aprender más del tema. Os recomiendo que os pongáis en contacto con alguna asociación familiar de niños de altas capacidades como puede ser Fanjac.
Allí podréis compartir vuestras experiencias, problemas o logros y para los niños será una gran ayuda compartir talleres o experiencias con sus iguales.
No dudéis en dejar un comentario o mandar un mensaje si el tema os preocupa.