Si existen distintas tendencias de vestir, se fabrican prendas en diferentes formas estilos y colores, es por una razón muy simple: los gustos y las necesidades individuales son infinitos y los diversos estilismos son un reflejo de la personalidad de cada cual. Hay quien le gusta cuidar el mínimo detalle, quien escoge con minuciosidad cada prenda, cada complemento, quien busca la extravagancia o quien escoge prendas cómodas y prácticas, quien busca en los diseños la integración en un grupo o tendencia, o simplemente quien escoge su ropa en función de no tener que planchar. Lo importante, ya que bajo mi punto de vista todas las opciones son respetables, es que cada uno escoja según su propio criterio y sea capaz de adecuar su estilismo a su propia personalidad.
¿Y qué pasa con los niños? Cuando son bebés no hay problema, ya que todavía no expresan su opinión y es difícil adivinar, aunque ya desde la más tierna infancia los niños empiezan a mostrar sus gustos, que a pesar de que irán variando con el tiempo, ahí están haciendo acto de presencia.
Como madre, nadie nace enseñado, tuve mi primer encuentro con las preferencias de mi hija mayor cuando esta contaba 3 años. Recuerdo que le había comprado para Carnaval un disfraz que personalmente me parecía monísimo. ¡Lo contenta que iba yo cuando imaginaba lo preciosa que luciría mi pequeña pirata! No le pregunté ni se lo enseñé hasta el momento de ponérselo.
Cuando mi hija lo vio no hubo manera de conseguir que se vistiera con el disfraz que con tanta ilusión había escogido para ella. Ni le gustaban las faldas, ni el color rojo… Tras un largo tira y afloja, me di cuenta, en primer lugar, que la pequeña no era muy amante de los disfraces, y en segundo, me cuestioné sobre mi actitud al imponer mi propio criterio solo por el hecho de ser adulta y ella estar todavía disfrutando de la primera infancia.
Reconozco que el citado incidente me hizo sentir frustrada y enfadada. Sin embargo, cuando amainó la tormenta, aprendí bien la lección: siempre que sea posible es necesario respetar el criterio de los pequeños en el momento de vestir por varios motivos: los peques tienen su propia personalidad. Por otra parte, debemos dejarles margen al escoger su ropa, para que vayan adquiriendo autonomía, capacidad de decisión, de discriminación para elegir. Por ello, considero que tener en cuenta sus opiniones respecto a su ropa es uno de los factores que contribuirán a que crezcan como personas.
A día de hoy los niños, adolescentes, nunca me han dado problemas con sus gustos en cuanto a la moda o la imagen personal. Aunque debo añadir que en ocasiones sus preferencias no han coincidido con las mías, no por ello les he impuesto mi criterio y desde bien pequeños he escogido con ellos la ropa desde el momento de comprarla. A nivel particular no ha sido este una fuente de conflicto padres-hijos. Aunque en ese sentido debo reconocer que nunca han tenido ideas descabelladas en cuanto al estilo de vestir, ya que un vestuario inadecuado, ya sea por edad u otras cuestiones, sí que probablemente me conduciría a establecer ciertos límites.
Y el resultado de mi experiencia han sido tres niños con estilos marcadamente diferentes al momento de vestir.
Creo que tomé una buena decisión al tener en cuenta sus opiniones desde pequeños, porque a día de hoy son mayores las ventajas que los inconvenientes, ya que haciendo balance de ambas, pesa más la lista de las primeras:
– Dejarles opción de escoger su ropa fomenta la expresión de su individualidad y personalidad. Cuando llega la adolescencia es un elemento importante que hayan ido adquiriendo la costumbre de seguir su propio criterio.
– En etapas como la adolescencia la elección de la ropa les permite sentirse parte de un grupo o una comunidad, y en esa edad es un hecho generalmente ineludible y necesario que vistan acordes con la personalidad que se está gestando.
– Los actos cotidianos como elegir la ropa y combinar sus complementos fomentan el desarrollo de su creatividad. Y ya sabemos que detrás de una buena idea es posible que hayan muchos errores. Así que mejor dejarles actuar, equivocarse y renovarse de nuevo. Tarde o temprano encontrarán el estilo propio que encaja con ellos.
– Aprenden a combinar prendas, colores y complementos para formar un estilo.
– El hecho de que les otorguemos un voto de confianza en su elección fomenta la seguridad y la fe en sí mismos.
– Los niños muy pequeños se pueden sentir abrumados por escoger entre un armario repleto de prendas. Si es ese el caso, lo mejor es mostrarle un par de conjuntos y que elijan.
Entre las desventajas o inconvenientes lo más probable es que no coincidan sus gustos con los nuestros. Pero nosotros como padres debemos tomar perspectiva y tener la clara consciencia de que los hijos no son una prolongación de nosotros, sino que son personas individuales y diferentes cuyo criterio hemos de respetar.
Otro inconveniente, sobre todo durante la adolescencia, es que no posean un estilo definido o que este vaya cambiando, y encontraros con un adolescente que, abriendo el armario rebosante de ropa, te diga: -Tengo que renovar todo el armario, quiero cambiar mi estilo de vestir. Aunque aquí siempre hay una puerta abierta para alertar contra el consumismo excesivo y enseñar que el armario no se puede cambiar en un día y que hay que seguir unas pautas para mantener la economía familiar.
Y WP
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Me encanta este post y s elo voy a leer a mi suegro que quiere imponerle al mayor cómo ir vestido el día de su propia comunión.
Aquí en casa los dos siempre han sido muy de la ropa, cuidan mucho cómo vestirse y desgraciadamente – aunque la culpa es nuestra – saben de sobras qué marcas quieren y cuales no…
Un besote!
Pues leeselo qué el día de la comunión es un recuerdo para toda la vida. Las niñas eligieron sus vestidos. Y en cuanto a lo de las marcas…Creo que eso daría para otro post!! Besos
Estoy muy de acuerdo contigo que la ropa y su elección no es algo banal , sino que tiene muchas implicaciones que podemos aprovechar para educar y fomentar importantes aspectos.
El respeto pero con límites es la clave como casi siempre en la crianza .
Un abrazo
Tienes razón el respeto con límites normalmente es la clave!! Un abrazo
Que gran lección!!! Y es que me prometí hace mucho tiempo que en el momento que mi peque dijera que algo no se lo quería poner, no la obligaría. A mi me “obligaban” de pequeña a ponerme conjuntos que para nada quería, pese a mis pataletas nunca conseguí nada y al final mi madre me llevaba como un floripondrio, hoy día veo fotos y me aborrezco, de verdad. No respetó mi decisión hasta tener los 18 años.
Y es que cuando los peques pueden hablar y decidir creo que les podemos aconsejar, pero ellos llevan la última palabra.
Saludos
A mi no es que me obligaran, es que no me quejaba..Pero recuerdo que a veces iba muy a disgusto. Y también me pasa lo de las fotos a mí me llevaban modernilla de la época y es flipante. Cuando llegué a la adolescencia ya me dejaron hacer. Exacto podemos aconsejar pero no imponer!! Besos
Estoy muy de acuerdo con tus recomendaciones. Mis hijos son aún pequeños, pero el mayor ya escoge muchos días qué camiseta quiere ponerse. Tiene truco porque le doy a elegir entre dos que sé que le van bien, pero por lo menos empieza a tomar decisiones. Y ya me ha tocado lidiar con algún enfado cuando su camiseta favorita está echada a lavar y se la quiere poner!
Creo que es importante que poco a poco vayan eligiendo su ropa. Es una forma de ganar autonomía y, como bien dices, en la adolescencia es también una forma de expresión. Además, aprender a escoger la ropa más adecuada para cada momento es un aprendizaje importante para la vida adulta. Yo he llegado a ver a mujeres con tacones en el campo (¿?) o vestidas para una entrevista de trabajo como para ir a bailar a la discoteca.
Muy buen tema!
Yo cuando los mios eran pequeños también hacía eso de hacerles escoger entre dos cosas porqué a esas edades se dispersan mucho si les pones muchas prendas. si se van acostumbrando de pequeños es lo que tu dices que adquieren autonomía y aprenden. si que es verdad lo de los tacones y yo que he trabajado muchos años en el sector de la moda puedo decir que hay gente adulta que se viste siguiendo el criterio de los dependientes!!! 😉
Muy buen post! Espero tener la misma cordura cuando llegue el momento. A mi también me obligaban a vestirme con prendas que, además de feas, era incómodas. Y ya era bien mayor…a la que pude, me llevaba otra ropa en la mochila del cole para cambiarme XDDDD
Y la tendrás ya verás!! A mí no me gustaba nada pero nada como me vestían muchas veces aunque en aquella época no decía ni mu . De mayor ya me dejaban más 😀
Esa lección la has aprendido con tu hija porque las niñas están más preocupadas con la estética desde muy temprana edad. Te diré que me has convencido con esto de dejarles libertad, aunque en casa sigo comprobando que mi criterio sigue siendo muy válido y que aún tengo un niño infantil. Qué bien! Y que dure! Jajaja
No te creas que los niños. El mio a los 2 ó tres años solo quería ropa de Rayo Mcqueen, de arriba abajo hasta la ropa interior…!! Y a día de hoy me dice cosas como que quiere el peinado de tal youtuber que le gusta. Aunque también te digo que a pesar de que les dejo bastante a su aire también a veces me preguntan y aceptan sugerencias ;-)!! Pero sí, que dure, que dure que la infancia cada vez es más corta y no es necesario quemar etapas rápido!!!
Ayy, lo que me suena este tema… mucho rato frente el armario con la nena, a ver qué se quiere poner que coincida un poco con lo “adecuado” si por ella fuera iría todos los días con leggin y sin cazadora!! Hay ocasiones, bastantes, en las que no puede ser, intentas adaptarle el vestuario a lo que prefiere, pero … hay ropa que también hay que vestirla para saber si te gusta o no, verdad? Ahora ya se pone algún que otro vaquero sin decir ni mu, contenta y con gusto… pero al principio era impensable!! Pero siempre intentamos que venga con nosotrxs de compris cuando hay que comprar algo. Me ha gustado mucho tu reflexión, gracias!!
Sí!! habrá salido a mí mayor que siempre buscaba la comodidad ante todo!! Lo de sin cazadora también me lo conozco, pero ahí si que no!! Porqué a lo mejor hace un frio que te mueres y ellos dicen que no, que no tienen…Gracias a ti!!
Tienes toda la razón en lo de que la elección de la ropa es una aspecto que tiene mucha más importancia de la que a veces le damos. Comparto contigo todas las ventajas que acaba aportándoles que participen en esa elección. Aunque a veces, el problema ya no es la cuestión estética en sí misma, sino un tema de querer llevar siempre la misma camiseta, que la ropa no se adecúe por la temperatura, por ejemplo, a la ocasión, etc…
En cualquier caso, llegar a acuerdos siempre es mucho más beneficioso para todos!!!
Un beso
Yo en casa no les dejo elegir la ropa. Tenemos un lema, ellos escogen en la tienda y yo en casa. Respeto sus gustos en cuanto a colores, tejidos, estampados o prendas mientras eligen en la tienda. Una vez en casa, formamos varios conjuntos y yo escojo cada dia en funcion de sus actividades o el tiempo. Es un acuerdo consencuado por ambaas partes y nos funciona!!
Amaya
http://lalibretadeamaya.blogspot.com.es/
Bueno, pero al menos escogen y si hay consenso no hay problema. El problema es cuando se crea conflicto entonces si que hay que solucionarlo. Pero cada familia funciona de forma distinta!!
jajaja yo de momento tengo “suerte” porque con casi 4 años, no pide nada especial con la ropa. Solo es algo maniático con el calzado, le gusta elegirlo o tiene algunos que no se los quiere poner. Pero ropa de momento cero problemas.
Yo le suelo preguntar lo que quiere, de entre varias prendas, pero siempre me dice que le da igual, ha salido como el padre, que como me descuide, se pone cualquier cosa.
Lo impotante es gestionarlo de tal manera que no se creen conflictos..A cada uno le da por algo al tuyo con los zapatos y una de mis hijas cuando tenía 2 años siempre quería el pijama del Winny Pooh, el resto se quedaron nuevos…