Se acercan las vacaciones escolares y es el momento ideal para empezar a planificar actividades, excursiones y cómo no, las ansiadas vacaciones de verano.
Cambiar de aire, de rutinas, dejarse llevar por la sensación de libertad de respirar aire libre y disfrutar del sol, el calor y de la tibieza de las noches cortas que huelen a jazmín y a tiempo libre.
Evocando las vacaciones de otros años doy rienda suelta a la imaginación y sueño en como desearía que fueran las vacaciones en familia de este verano. De pronto aterrizo para centrarme en el aspecto más práctico: somos una familia numerosa, de 5 personas y a veces encontrar un alojamiento acorde con nuestras necesidades resulta difícil. Bien sea porque no es sencillo encontrar habitaciones de 5 o bien porque las vacaciones para 5 a veces disparan el presupuesto programado.
Barajo entre las posibles opciones y encuentro una ideal para disfrutar del verano a un precio asequible, lo tengo claro: los albergues de la fundación Pere Tarrés. Sí, ¡decidido! optaremos por unas vacaciones en familia divertidas y diferentes.
Y ahora la cuestión converge en la opción que vamos a escoger ¿playa o montaña? En casa, con tal de compartir el tiempo en familia, nos gusta todo: disfrutar del sol, el agua y la brisa del mar, recoger conchas… pero por otra parte nos atrae el hecho de pasear por la montaña, observar los pájaros, una ardilla despistada, perseguir a las mariposas o intentar reconocer las diferentes especies de plantas y flores silvestres.
Entre todos decidimos que este año optaremos por la montaña. La fundación Pere Tarrés posee varios albergues emplazados en plena naturaleza. Pensados para disfrutar de vacaciones en familia. No sabemos por cual decidirnos, cada uno tiene sus puntos fuertes.
Buscamos y remiramos en la página web. Todas las opciones tienen habitación familiar con baño, actividades, entornos privilegiados para disfrutar en familia… Repasamos actividades, entornos y edificios, algunos de ellos nos llaman la atención por ser preciosos: de piedra, antiguos pero cuidados. Nos gustan varios y resulta difícil escoger.
Al final nos decantamos por la casa de colonias de Santa Maria del Roure, en el termino municipal de Cantonigròs, en la comarca natural de Collsacabra. Creo que ha sido amor a primera vista, la casa es una maravilla. Una antigua casa señorial de vacaciones. Nos llama la atención la amalgama entre elegancia y carácter rural: con sus vigas de madera, suelos renovados que nos retrotraen a esas joyas de la cerámica catalana de antaño, los revestimientos cerámicos de las paredes, las puertas en forma de arcos de medio punto…
Un alojamiento propiamente rural, bien integrado arquitectónicamente en el entorno. Las habitaciones amplias y muy limpias, la piscina grande, cuidada, y rodeada de pinos. Las actividades programadas son interesantes: muchos juegos para los niños, una noche de estrellas… ¡Qué ganas de observar el cielo limpio de contaminación lumínica para disfrutar de la astronomía que nos encanta!
Las excursiones también parecen geniales. Nos hace ilusión conocer Rupit, un pueblecito medieval del que siempre hemos oído hablar muy bien y visitar la Roca Foradada despierta nuestra curiosidad. Pasear entre pinos y robles para llegar a una pared rocosa de 10 metros de la que emana un salto de agua que parece sacado de un cuento de hadas…
A los peques no les diré nada de todas las actividades que nos tienen programadas desde la fundación Pere Tarrés, ni por supuesto de las excursiones, prefiero que sea una sorpresa inesperada. Seguro que lo pasarán genial alejados de la ciudad, tranquilos, en familia, disfrutando de grandes momentos juntos, respirando aire puro y sintiéndose libres como el viento. Y los adultos relajados, sin preocupaciones, disfrutando de los niños y de la paz que proporciona un entorno idílico y natural.
La verdad es que ese albergue tiene una pinta estupenda!!
Sí muy buena pinta!!! 🙂
¡Qué albergue más chulo! 🙂
A que sí? A m´también me lo parece!!! 🙂
Qué bonito se ve por fuera el alojamiento, seguro que por dentro también es ideal, y lo mejor de todo que está en plena naturaleza. Con el juego que dá para los niños estar en el campo a sus anchas.
Sí por dentro también se ve muy bien!! Y si para los que vivimos en ciudad estar en la naturaleza se agradaece!!!
Pero qué envidia me acabas de dar… Me parecen unas vacaciones geniales. Espero que las disfrutéis muchísimo. Besos!
Ya me gustaría, ya…A ver 😉 Besos