Si queréis viajar en el tiempo hasta la época medieval, no tenéis más que acercaros a pasear por Besalú. Este municipio que se encuentra ubicado en la provincia de Girona, concretamente en la comarca de la Garrotxa.
Es un plan genial para ir con los niños, que disfrutarán traspasando la la fortaleza, callejeando, y sintiéndose rodeados de espacios verdes donde correr y jugar libremente.
En sí Besalú no es muy grande. No es necesario planificar vuestra visita para saber que ver en Besalú medieval. Nosotros nos trazamos un itinerario que os describo en este post. Sin embargo, si os dejáis perder por sus calles, poco a poco iréis encontrando los lugares de mayor interés.
Alrededor de Besalú hay 3 zonas de parquin. Aparcamos en la otra orilla del río Fluviá, justo antes de llegar al puente. Allí, lo primero que nos encontramos, junto a las taquillas del tren turístico, es la oficina de turismo. No está de más entrar y pedir un plano.
Desde allí podéis concertar alguna visita guiada, la ventaja de estas visitas es que podéis entrar a algunos puntos que normalmente están cerrados al público, como el Mikvé, en el barrio judío, o el antiguo molino harinero.
Una vez en la entrada podemos cruzar el puente, o desde aquí bajar al río. Si bajáis, podéis disfrutar de un bonito paseo en plena naturaleza con mucho espacio para que jueguen los niños. Aunque os recomiendo empezar por sus calles empedradas y dejar este espacio para después del recorrido.
El Pont Vell
El Pont Vell se eleva imponente sobre el río Fluvià. Eso sí, lleno de gente haciéndose fotos y paseando tranquilamente. Besalú es una ciudad muy concurrida y, a no ser que vayáis en días de diario, siempre está lleno. El Pont Vell es el elemento más característico de Besalú. Se trata de un puente construido con grandes arcadas. Los primeros indicios documentados del mismo datan del s. X. A los niños les encantará ver la torre fortificada sobre el puente. Desgraciadamente el puente no se ha conservado tan bien como lo podemos disfrutar, es fruto de diversas reconstrucciones. Tras ser dinamitado durante la guerra civil, fue reconstruido por el arquitecto Pons Sorolla.
La sinagoga, el Mikvé, y parada con buenas vistas
Si queréis hacer un recorrido más o menos circular por la Besalú medieval, podéis avanzar un poco y dirigiros hasta el barrio judío, donde, aparte de las callejuelas de piedra estrechas, encontraréis los restos de la sinagoga y el Mikvé (cerrado, si no es con visita guiada), cuya característica más importante es la sala en la que se erige la piscina, que se define por su techo abovedado. En la misma plaza podéis ver algunos restos del muro de la antigua sinagoga. A todo ello, decir que esta pequeña plaza os ofrece unas vistas espectaculares sobre el puente y el río. Si os apetece y encontráis sitio, podéis parar a tomar algo y disfrutar de las vistas en el bar 10 Del Pont.
Vestigios romanos de Besalú
Tras el barrio judío podéis acercaros a los restos que han quedado de época romana. Lo cierto es que son pocos, los cimientos de una construcción, pero tenéis tiempo de sobra. En esa parte también podéis observar lo que ha quedado de lo que fue una antigua torre denominada Torre Lardera.
Callejeando por la Besalú medieval hacía la Plaza de la Llibertat
Al bajar, de nuevo hacia el centro, os encontraréis con la Colegiata de Santa María. Y de allí continuamos callejeando hasta la plaza de la Llibertat que es el eje central del pueblo. No dejéis de contemplar los edificios que os arropan porque tienen un encanto especial, no en vano Besalú fue declarada en 1966 conjunto histórico artístico nacional. Atentos a los detalles: un pozo en un cruce de calles, las fachadas, las puertas de madera de algunas casas, las diferentes puertas del recinto fortificado como el Portal de la Fortaleza o el Portal dels Horts.
La plaza de la Llibertat
La Plaza de la Llibertat es una plaza cuadrada con edificios porticados, entre los edificios, el más destacable es el ayuntamiento. La Plaça de la Llibertat se encuentra rebosante de vida, de terrazas y tiendas, y a los peques seguro que les llaman la atención los porches. Desde allí seguimos avanzando para dirigirnos a la Plaza del Prat de Sant Pere mucho más amplia que la anterior y presidida por la Iglesia de San Vicente.
El viejo molino y los huertos
Seguimos caminando y llegamos a la calle de la Font. Es una zona preciosa, ya que la calle y los muros empedrados unidos a los huertos que quedan a nuestra derecha la dotan de un encanto especial, aquí vemos cultivos, acequias y para destacar, el antiguo molino de harina. A pocos metros del molino tenéis un parque infantil donde los peques pueden reponer fuerzas. También por allí, una zona de pícnic para comer o tomar algún tentempié. Seguimos caminando y llegamos a la Plaza de los Claustros, en la que se destaca el Hospital de Sant Julià.
Una cosa que a los niños les va a fascinar es el Museo de las miniaturas, el Micromundi. No dejéis de entrar porqué es muy curioso.
Para comer la oferta es amplia y variada tenéis una buena cantidad de terrazas, bares, y restaurantes de diferentes precios. En Besalú encontraréis numerosas tiendas de souvenirs con objetos medievales para los peques y artesanías diversas, cerámica, cestería, quesos, embutidos, pan,… Vale la pena recrearse un poco en algunas de ellas porque tienen algunas piezas muy bonitas.
Para terminar, un poquito de diversión a las orillas del río Fluvià. La Garrotxa es ideal para pasar un día de lo más completo disfrutando en familia. Si no habéis estado, os recomiendo totalmente la visita, Besalú. A pesar de su pequeño tamaño, es de aquellos lugares que siempre te dejan con ganas de más.
Yo recuerdo haber ido de pequeña con el colegio. Me la apunto para cuando vamos de visita con las niñas
Me coge un poco lejos pero parece un sitio precioso, entretenido y educativo para ir con niños. Me lo apunto por si visitamos Girona en algún momento. Gracias por la recomendacion!
Me encanta!!!! Qué sitio con tanto encanto… Me encanta este tipo de lugares.
Wuau!! pero si estas a cinco minutos de mi casa!!! me encanta Besalú siempre que puedo me escapo para desconectar un poco y perderme entre sus callecitas con encanto.
Me parece un planazo!! Además de ser precioso aprenden un poco de historia. Si voy por Girona lo tendré en cuenta 😉