Los cambios en la preadolescencia

La preadolescencia es la etapa de la vida que sigue a la infancia y, como su propio nombre indica, precede a la adolescencia.

Se inicia aproximadamente a los 9, 10 años y se prolonga hasta los 13. En esta época los niños se embarcan en un proceso evolutivo que les conducirá, tras pasar la adolescencia, a convertirse en adultos. Los cambios inherentes a la etapa se producirán tanto a nivel físico como cognitivo, y a consecuencia de ello, social.

Los pequeños no son ajenos a estos cambios que se están produciendo en su interior y generalmente les surgen dudas y preguntas. Y nosotros, como padres y educadores, tenemos la necesidad de orientarles y alentarles durante el proceso.

Cada niño es un mundo y a cada uno le afecta de forma diferente. Los hay más seguros de sí mismos, o los que esperan esos cambios para sentirse “mayores”… Asimismo, otros se muestran reticentes a dejar la infancia y se sienten molestos cuando ven que su cuerpo va cambiando. Aunque casi todos coinciden en la sensación de sentirse algo desconcertados ante los cambios que les están afectando.

Preadolescencia

La niñas empiezan a desarrollarse antes que los niños, es en esta etapa cuando el pecho empieza a crecer, las caderas se ensanchan, suelen aparecer las primeras menstruaciones, aparece el vello,… Los niños entran en la pubertad un poco más tarde, sobre los 12 años, pero también les esperan cambios, empiezan a fortalecerse, aparecen los estirones, vello corporal, aumento del tamaño de los testículos,…

Estos cambios físicos hacen que los niños tengan una nueva relación con su cuerpo, hay que aceptarlos y asumirlos. Es necesario estar pendientes de cómo están interiorizando esos cambios físicos para que, si la visión es negativa, ayudarles a verse de una forma positiva.

A nivel emocional, se hacen incipientes aquellas carácteristicas que serán propias de la adolescencia: empieza a apreciarse un cierto alejamiento de los padres y los amigos adquieren mayor relevancia. Además, aparecen los primeros signos de negatividad… Hay que empezar a dejarles su espacio, dejarles crecer aunque todavía son peques y en nuestro corazón siempre serán nuestros niños, hay que a soltar cuerdas para que puedan desarrollarse correctamente como personas y madurar. Se inicia la etapa retadora, unos antes, otros después, unos más y otros menos, pero hay que asumirlo, es ley de vida, hay que tomarlo con calma, tranquilidad, mucho diálogo, y con la convicción de que todo pasa, es una cuestión evolutiva y que como todas las fases de la vida tiene sus pros y sus contras, y de pros hay muchos también.

Simplemente necesitan autoafirmarse como seres individuales que son. Así que, aquí no hay luchas de poder para ver quien gana, sino mucha comprensión y empatía, porque siguen siendo niños y os necesitan todavía mucho, por más que en algunas ocasiones empiezan a negarlo. Ante los actos de “rebeldía”, mucho cuidado con perder vuestros papeles, recordad que vosotros sois los adultos y los encargados de que cualquier discusión vaya a parar a buen puerto.

La negatividad, el romper normas, no es más que una necesidad de reafirmar su propio yo personal, su individualidad. Personalmente, en casa, cuando ha llegado esa etapa con mis hijas, lo que he hecho es dejar algún punto clarísimo que no se puede alterar (generalmente todo aquello que son unas normas básicas de convivencia o necesarias en los estudios) y ceder en aquellas cosas que eran factibles. No les ayudará en nada no salir nunca airosos de una revindicación. Con diálogo y mano izquierda veréis que no es tan complicado como parece. Simplemente, como adultos, debemos intentar tener las cosas claras hasta dónde se puede y hasta dónde no. No olvidemos que es una etapa muy bonita de grandes cambios y descubrimientos.

Apoyarles, estimularles a llegar a sus metas, conocer a sus amigos, interesarse por su día a día, aunque ya no quieran tantos mimitos y abrazos o incluso empiecen a rechazarlos. Pensad que siguen necesitando, en una etapa que se caracteriza entre otras cosas por la incertidumbre, todo vuestro apoyo y asimismo sentirse muy queridos.

Ante la indecisión y las dudas que les puedan surgir, es importante, en primer lugar que los padres estemos bien informados de esta etapa. Además, debemos transmitirles a los niños la información que necesitan con naturalidad y serenidad para aportarles un mensaje tranquilizador, que les permita identificarse con ese nuevo «yo» que está naciendo. Para ello, es necesario el diálogo, en muchas ocasiones los niños, curiosos por naturaleza, nos plantearán sus dudas y preguntas, aunque a veces se callarán por vergüenza, especialmente en los temas relacionados con los cambios físicos.

¿Qué me está pasando?

Pero para aclarar sus dudas, lo que siempre constituirá una buena herramienta para enseñar a los niños, con detalle, son las lecturas. Un buen libro que puedan leer ellos mismos o acompañados por nosotros siempre allana el camino, facilita el dialogo y la conversación distendida. Además, en ocasiones les resulta más fácil expresar sus dudas relacionándolas con la lectura.
Personalmente, os recomiendo leer juntos para ir hablando a medida que vamos pasando las páginas. En casa leemos mucho en voz alta y es una buena manera de compartir los momentos de ocio.

Actualmente existen en el mercado numerosos libros dedicados a explicar la preadolescencia y la adolescencia.
Hace unos días descubrí, a través de las redes, que Boolino ha lanzado un itinerario de libros para acercarnos a esa etapa y me llamó la atención.
Se destacan varios títulos que pueden ser adecuados para ayudar en este proceso, y dirigidos a esa franja de edad.

Me los he estado mirando, en su Web, aunque de momento todavía no he leído ninguno, pero algunos han despertado mi interés, teniendo en cuenta que mi peque, ya con 9 años, me empieza a hacer preguntas. Y aunque todavía le queda un poco, mejor ir preparados con antelación.

Pelos por todos lados

En el itinerario de libros para la preadolescencia podéis encontrar ejemplares como “Pelos por todos lados”, que enfoca los cambios hormonales que se producen durante la adolescencia, pero con un tono natural y asequible para los niños.
“El cuerpo humano”, que permite resolver las preguntas que les puedan surgir a aquellos niños “superpreguntones”. Probablemente este lo enfocará desde un punto de vista más científico.
“¿Qué me está pasando?”, por lo que estado mirando, este ejemplar, les resolverá dudas afrontando el tema desde una perspectiva de tú a tú, más informal, sencilla y divertida.
Más específicamente pensado para las niñas, ya que la protagonista es una nena, es el de “Mia se hace mayor” en el que Mia, de 9 años nos cuenta lo que le está pasando y cómo está cambiando. Y por último, “Cuéntamelo todo“, que parece más enfocado a informar de las dudas sobre sexualidad, a través de preguntas hechas por niños.

Os dejo el enlace al itinerario por si lo queréis conocer con mayor detalle.

Boolino

Los niños crecen, y crecen rápido. Conozco niñas que con 8-9 años empiezan los primeros indicios de desarrollo, y a esas edades, para ellas es muy sorprendente. Por ello, ofrecerles una buena información para conseguir que conozcan esos cambios que se avecinan como un proceso natural es lo mejor que se puede hacer.

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  1. scaly
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  2. El truco de mamá (Pilar)

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