Un niño altamente sensible puede sentirse muy dolido y desmotivado ante una simple llamada de atención por parte del cuidador o un castigo colectivo en el colegio y ,si a ello se une un carácter retraído, al adulto en ocasiones le puede pasar desapercibido lo mal que se lo puede haber pasado el pequeño. Si por el contrario es un niño que muestra su contrariedad mediante el llanto lo mejor es intentar hacerle comprender las cosas pero sin que interpreten el llorar como una emoción negativa, es decir no se les debe reprender por expresar sus emociones de la manera que saben.
El adulto debe enseñarles el camino para poder canalizar sus emociones y deshacerse de sus frustraciones. En este sentido, resulta esencial el diálogo. No es cuestión de evitar reprimendas sino de hacerle comprender las cosas con cariño.
El hecho de que perciban con más intensidad todo lo que les rodea les hace mucho más sensibles a las criticas, comentarios y acciones de los demás y esto puede ser un factor que afecte a la manera de verse a si mismos y consecuentemente mermar su autoestima.
El niño sensible no tiene porque tener una baja autoestima, aunque su enfoque del mundo le hace más susceptible de caer en ella, por este motivo necesita un entorno adecuado en el que se sienta valorado y querido.
Es muy positivo para ellos que se les transmita el valor de sus cualidades o talentos. A nivel general estos niños suelen ser creativos, inteligentes y compasivos. Deben evitarse comentarios negativos estereotipados del tipo ¡ no dramatices! ¡deja de llorar! o ¡comportate como todo el mundo!
A este tipo de niños les va fenomenal que a partir de bien pequeños se les enseñe a distinguir y “ definir” sus sentimientos, ya que, en determinados momentos, es necesario hablar de ellos para poder focalizar sus emociones . Para que vaya aprendiendo a explorar sus emociones se le pueden explicar cuentos y preguntarle como se sienten los personajes y porque han actuado de una determinada forma, o hablarle de nuestros propios sentimientos.
Aunque a veces suframos por ellos no resulta positivo evitarles situaciones que les puedan resultar hostiles tienen que aprender a enfrentarse al mundo y superarse a sí mismos.
Publicado por Montse
Mi hijo es así.
Gracias por comentar, Mariela 😉