Desde finales de la República aumentó progresivamente, entre las clases adineradas, el número de niños que desde el nacimiento eran confiados a una nodriza.
La crianza asumida por nodrizas está documentada tanto en fuentes escritas como epigráficas. Entre las primeras, autores como Cicerón, Plutarco y Lucrecio. Respecto a las muestras epigráficas, se han registrado numerosas inscripciones referidas a nodrizas, cuyos lactantes pertenecían a las élites romanas de clase senatorial y ecuestre.
Entre las causas, de la proliferación del uso de nodrizas: enfermedades, incapacidad de la madre para lactar, la necesidad de quedar nuevamente embarazada, la falta de alimentación artificial, y la elevada tasa de mortalidad de las mujeres en el parto, incluso en las clases más acomodadas, debido principalmente al matrimonio precoz.
En las clases altas romanas las nodrizas eran esclavas o libertas, preferentemente de origen griego. Sin embargo, también está documentada la existencia de mujeres libres que ofrecían sus servicios como amas de cría a cambio de dinero.
Sorano fue un médico del s.II d. C., sus tratados sobre temas de ginecología hacen que sea considerado como el padre de esta especialidad médica. Sorano de Efeso, contra la tendencia a dejar a los hijos en manos de amas de cría, recomienda a aquellas mujeres que gocen de buena salud, que sean ellas
mismas las encargadas de amamantar al bebé.
En su tratado sobre “las enfermedades de las mujeres” se ocupa de diversos aspectos relacionados con la lactancia y el uso de mujeres que donen o vendan su propia leche.
Funciones del ama de cría
El papel de la nodriza abarcaba mucho más que la alimentación del bebé. La criandera no sólo amamanta, sino que le es confiada gran parte de la educación infantil.
Así pues, es el ama de cría la que se ocupa del pequeño en la primera infancia, es con ella con quien aprende a hablar y a dar sus primeros pasos. Los lazos afectivos que se crean entre los niños y sus nodrizas en ocasiones les acompañan a lo largo de su existencia. Numerosas fuentes epigráficas y escritas prueban que la relación entre el ama de cría y el lactante se ha mantenido durante años. Así, la nodriza de Plinio fue heredera de una granja.
En el retrato de una joven casadera, que murió, Plinio el Joven, en “Epístolas”, escribe: “Cómo amó a sus niñeras, a sus preceptores y a sus maestros, a cada uno por el servicio que le prestó”.
En numerosas ocasiones la nodriza acompañara al pequeño a lo largo de los años. Así era costumbre, según Duby en Historia de la vida privada de la antigüedad al año 1000”, que cuando una joven va a casarse son conjuntamente la madre y la nodriza las que acudirán ante el futuro esposo para aconsejarla.
El rol de nodriza perdura a lo largo del tiempo. La nodriza como norma general envejece como tal, en la casa del niño que crió. Aunque este rasgo es mucho más común en las libertas y esclavas que entre
las amas de cría contratadas.
Características de la nodriza
En su tratado, “Las enfermedades de las mujeres”, Sorano ofrece algunas pautas a tener en cuenta en el momento de escoger una buena nodriza. Estos requisitos abarcan desde el carácter a una serie de pruebas para comprobar la calidad de la leche.
Entre los romanos existía la creencia de que el temperamento se transmitía a través de la leche, de ahí que, un elemento muy importante a tener en cuenta era la personalidad de la persona elegida como ama de cría.
Por otra parte, el hecho de que la nodriza se ocupara de la educación del bebé, durante un largo periodo de tiempo, llevan a Sorano a recomendar que la nodriza sea de origen griego y capaz de enseñar al pequeño esta lengua. Era un elemento importante que las nodrizas posean una escrupulosa dicción y un buen lenguaje, ya que la lengua es uno de los elementos que el niño tomará de la nodriza y si esta utiliza un lenguaje viciado y malsonante, esto redundará en el pequeño.
Las nodrizas debían ser mujeres que gozaran de buena salud y estuvieran exentas de enfermedades que se pudiesen relacionar con creencias supersticiosas, como la epilepsia.
Pros y contras del uso de nodrizas
Algunos autores se pronunciaron contra la tendencia a la crianza por parte de terceros. Así, Tácito arguye que bajo la influencia de sus nodrizas los pequeños adquirían hábitos serviles. Por otra parte, Aulo Gelio reprocha a las mujeres romanas dejar a sus hijos en manos de nodrizas para mantener la figura.
A pesar de las amonestaciones de algunos, lo más probable es que el uso de las nodrizas fuera un hábito
social. El cuidado del bebé se vio como una tarea especialmente difícil y cansada físicamente para una matrona romana de alta cuna.
La nodriza fue en ocasiones símbolo de estatus social y, asimismo, rodear al pequeño de nodrizas y cuidadores era una forma de demostrar que era bien querido en el seno familiar.
Te soy sincera? Yo prefiero ser nodriza a ver a mi bebé mamando de otra jajaja. Justo ayer hablaba con una amiga de las nodrizas y las amas de cría, nos has leído el pensamiento.
Yo también lo preferiría…Aunque de todas maneras creo que hay que ponerse en la piel de la vida de la época…Hay muchos factores a barajar, entre ellos la esperanza de vida de los ni´ños entonces, a mi me da que pensar…Pues mira hablando de nodrizas os aparece mi post 😉