Oporto es una de aquellas ciudades que tienen un encanto especial y a las que me gusta regresar. Llevaba tiempo pensando en hacer una escapada con los niños, que no lo conocían. Es una buena opción, no solo por lo que podéis ver en Oporto, sino porque los vuelos a Oporto a veces están tirados de precio.
Sin embargo, es uno de aquellos planes que fuimos alargando. Este verano pasamos unos días en Pontevedra y como nos hallábamos relativamente cerca, decidimos que no podíamos perder la ocasión de visitar Oporto en un día.
No os voy a engañar, hacía muchos años que no había estado en Oporto. De camino pensaba que quería seguir encontrando ese aire vetusto, desgastado, de calles con ropa tendida que, a pesar que a algunos les pueda parecer dejado, a mí se me antoja algo con cierto encanto y parte de la esencia de Oporto.
A mi regreso me encontré una ciudad mucho más colorida, con más fachadas, especialmente en la ribera del Duero, pintadas de colores vivos y alegres. Sin embargo, mantiene ciertos barrios con ese aire más viejuno, más auténtico y menos enfocado al turismo.
También continuaban allí, impasibles ante el paso del tiempo, los tradicionales tranvías y las cabinas pintadas de rojo que tanto recuerdan a las londinenses.
Qué ver en Oporto
Si bien es una ciudad que invita a una visita tranquila, a callejear, disfrutar de sus rincones y fachadas enlosadas, sí que es posible descubrir lo más emblemático de Oporto en un día.
Ello es debido a que Oporto no es una ciudad excesivamente grande y a que los puntos de mayor interés se hallan concentrados alrededor del río y sus inmediaciones.
Oporto es una ciudad volcada al Duero, y está será la parte en la que centramos nuestra visita. De hecho, originariamente, igual que ocurre en otras ciudades europeas, como Budapest, nació de dos asentamientos a ambos lados del río Duero. Fue en la época de los romanos cuando tenemos constancia de la existencia de 2 asentamientos: Portus y Cale.
En nuestra ruta de Oporto en un día, visitamos los siguientes lugares en el mismo orden que los dejo escritos.
Ayuntamiento
Seguramente pasaréis muy cerca de él al fondo de una ancha avenida. Destaca principalmente su torre en el centro.
Librería Lello
Nada más llegar a Oporto queríamos entrar a la librería. Pensé que a los niños les haría gracia. No lo hicimos, si queríamos visitar Oporto en un día no merecía la pena perder el tiempo haciendo colas. Eran menos de las 11 de la mañana y la cola, según nos comentó el vigilante, de unos 40 minutos. Pensamos que no valía la pena hacer cola para luego entrar entre una marabunta de gente y no ver nada. Nos comentaron que sobre las 6 o las 7 de la tarde ya no hay cola. La entrada son 5 €, que os descuentan si compráis algún libro.
Que nosotros no entráramos no quiere decir que no sea una visita recomendable, ya que el interior es una preciosidad. Si pensáis ir de todas todas, comprad entradas por Internet, os evitará hacer 2 colas. Una para comprar la entrada y otra para entrar.
Torre de los clérigos
La iglesia y la torre se construyeron entre 1732 y 1748 y se las debemos a Nicolo Nassoni. La fachada de la iglesia es barroca, en el interior un retablo de estilo rococó que merece la atención.
Sin embargo, el principal atractivo del monumento está en subir a la torre de los clérigos desde donde se disfrutan de unas muy buenas vistas sobre la ciudad.
No os lo recomiendo si vais con niños muy pequeños, ya que son 225 escalones. Para los más mayores puede convertirse en toda una aventura, sobre todo si suenan las campanas.
Iglesia do Carmo
¿Sabéis aquellos edificios que cuando los veis desde la distancia os llaman a acercaros y contemplarlos? Eso me pasa con la Iglesia do Carmo (s. XVIII). Se encuentra a poca distancia de la torre de los clérigos y unida a la Iglesia de las carmelitas (s. XVII).
Ambas fachadas son de estilo rococó y la fachada lateral de la Iglesia do Carmo está forrada con un espectacular conjunto de azulejos en blanco y azul.
Iglesia de San Antonio dos Congregados
Es una Iglesia pequeña con una fachada preciosa de estilo barroco que encontraréis muy cerca de la Estación de San Benito.
Estación de San Benito
La estación de San Benito posee un vestíbulo digno de admirar. Si os gustan los enlosados de los edificios de Portugal, el interior del vestíbulo os va a encantar.
En las partes bajas predominan las típicas baldosas en blanco y azul ilustradas. En la parte superior, enmarcados en unas cenefas, las historias dibujadas en las baldosas están llenas de colorido. Entre las baldosas se reflejan escenas tanto de la vida cotidiana como de la historia de Portugal. Merece la pena asomarse por la estación y pararse a contemplar las diversas escenas recreadas.
Catedral
La catedral se alza imponente encima de un cerro. Lo cierto es que la estructura resulta bastante curiosa. Es una catedral de base románica (s. XII), el claustro es gótico. La catedral se modificó en los s. XVII y XVIII en estilo barroco. Debido a ello se amalgaman diferentes estilos arquitectónicos que hacen de ella un conjunto muy original. Vale la pena visitarla. La entrada es gratuita y la entrada al claustro son 3 €.
Adyacente a la catedral encontramos el Palacio Arzobispal, y a pocos metros la Torre de la Rua.
Torre de la Rua de D. Pedro Pitoes
Se trata de una torre medieval en la que se ubica la Oficina de Turismo. Se encontró durante unas demoliciones allá por 1940. Esta reconstruida y trasladada de sitio.
Puente de Luis I
De visita obligatoria, es uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad. Fue construido por Teófilo Seyrig, discípulo de Eiffel. Se alza imponente sobre el Duero con una estructura metálica, conformado por un arco y dos vías. Transitable a dos alturas.
No es el único puente que cruza el río. También tenemos el puente de Maria Pía, muy similar en estructura al de Luis I, por el que antiguamente pasaba el ferrocarril. Actualmente el tren pasa por el puente de San Juan, mucho más moderno.
Vilanova de Gaia
Sin duda, es imprescindible pasear por la ribera del Duero. Cruzar el Puente de Luis I y acercaros a la zona de Vilanova de Gaia. Disfrutar de los barquitos denominados ravelos que navegan por el río, de las estampas y las vistas a la otra orilla y a los diversos puentes que cruzan el río, es uno de los placeres de viajar a Oporto.
En Vilanova de Gaia, al otro lado del puente, es donde encontramos las numerosas bodegas donde se elabora vino de Oporto. Entre las más importantes, Sandeman, Borges, Ferreira, Calem,…
Nosotros no encontramos ninguna con visita gratuita, aunque parece que las hay, las que vimos ofrecían visitas de pago. Por otra parte, tened en cuenta que, al ser muy turístico comprar los vinos de Oporto en las propias bodegas sale más caro.
Actividades con niños en Oporto en un día
Seguro que si escogéis alguna de las actividades para peques en Oporto acertaréis de lleno y amenizaréis la visita a Oporto en un día con un halo de aventura para ellos.
Entre las opciones:
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- Paseo en barco por la ribera del Duero:
Unos barquitos, favelas, algo más grandes, pero parecidos a las góndolas venecianas, antiguamente se usaban como transporte, a día de hoy sirven para dar paseos a los turistas. - Para los peques hay amplias zonas verdes, si queréis desconectar un poquito con ellos, vale la pena acercarse al parque del Palacio de Cristal o al parque de la Cidade do Porto.
- Teléferico de Vilanova de Gaia, que os cruzará de un lado a otro de la ribera del Duero.
- Dar un paseo en tranvía.
- Funicular dos Guindais, os llevará desde la ribera del Duero a la parte alta de la ciudad.
- Otra opción es visitar el museo de la Marioneta.
- Subir al tren turístico.
- Paseo en barco por la ribera del Duero:
Consejos útiles para visitar Oporto en un día
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- Si llegáis en coche, será difícil encontrar aparcamiento. En nuestro caso apostamos por dejarlo en un parking en la Pr. de Don Joao I. Desde allí las distancias son cortas y se puede hacer todo el recorrido a pie.
- En este sentido no os recomiendo, si visitáis Oporto en un día, coger el bus turístico. Ganaréis mucho más tiempo a pie. Si vais con niños pequeños, no os olvidéis del carro o la mochila.
- Oporto es un destino que se ha puesto de moda últimamente. Os recomiendo, en la medida que podáis, visitarlo en temporada media o baja para disfrutar de mayor comodidad.
- La oferta para comer es muy amplia, desde un tentempié hasta buenos restaurantes a la carta. Como en cualquier gran ciudad, hay para todos los gustos y bolsillos. Respecto al tentempié, cerca de la torre de los clérigos hay un establecimiento con aire antiguo dedicado exclusivamente a pasteles de Bacalao.
- Nosotros íbamos con el perro, la normativa de entrar a los restaurantes con perros es relativamente reciente. Encontramos el restaurante Néctar Natural Good Food by Casa do Carmo. Es pet-friendly, nos dieron opción de comer dentro o en la terraza con nuestro peludo, y le ofrecieron un bebedero con agua. Lo cierto es que comimos bien, con buena relación calidad/precio. El menú infantil, completo y variado. El menú para adultos rondaba los 9 euros con 2 primeros y dos segundos a elegir. Mis hijas se decidieron por pancakes salados y les encantaron. Por otra parte, el personal muy amable.
- A la hora de comer, mejor alejaos de la Ribera del Duero, ya que es la zona donde los restaurantes están más enfocados al turismo.
- Cuando vayáis a comer o a tomar un café en Oporto, y en Portugal en general, es posible que os sirvan algo que no hayáis pedido. Tened en cuenta que este tipo de “tapas” no son gratuitas. Os lo cargarán en la cuenta. No siempre es así, pero ante la duda, mejor preguntar.
- Si queréis entrar a varios monumentos y museos, echad un vistazo a la Oporto Card, ya que entraréis gratis en algunos sitios, y en otros os harán descuento en las entradas. Hay opciones de 1, 2 o 3 días en Oporto. También podéis escoger vuestra Oporto Card con o sin transporte. Pero como os he dicho anteriormente, el centro es relativamente pequeño y se va muy bien a pie, y las entradas no suelen ser caras. Para dos o tres días sale a cuenta, para un día en Oporto tengo mis dudas, pero todo es cuestión de cómo planifiquéis la visita.
Oporto en un día puede dar mucho de sí, aunque no lo veáis todo todo, sí que podéis captar toda su esencia. Lo importante es decidir qué es lo que queréis hacer y qué consideráis más prescindible. Espero que disfrutéis de vuestra visita a Oporto tanto como lo hicimos nosotros.
Qué fotos más chulas de Oporto. Aunque he ido a Portugal, tengo todavía muchos lugares pendientes y Oporto es uno de ellos. Me anotaré lo que has comentado para tenerlo en cuenta cuando programemos la visita.
Gracias.
hola guapa, este año estuve a punto de ir para allí pero al final me quedé por Badajoz y Merida, así que me viene genial tu post para cuando vaya, aunque sin niños, pero lo que enseñas me ha encantado para visitarlo yo.
¡Hola!
No sabes la envida que me da leer tu post, porque precisamente queríamos ir a Portugal con mi pareja este verano para las vacaciones, de modo ruta, y Oporto sin dudarlo estaba en una de las paradas, pero al final no tuve vacaciones veraniegas, así que mi gozo en un pozo.
Aunque me quedo con todo lo que nos has contado, sin duda debo destacar con orgullo, lo de poder entrar con el perro a un restaurante ¡Por fin! Espero que se generalice más esta normativa y se extienda en muchos otros lugares.
Besotes
Creo que es de los lugares del mundo que más me gustan ,algún día me compraré un piso allí porque me encanta, intento ir una vez al año siempre que puedo. Con niños no he ido por ahora lo he disfrutado con amigos.
¡¡Holiii!!
Yo creo que para visitar Oporto, se necesita más de un día. Es una ciudad que tiene mucho por ver, y yo estuve prácticamente unas 5 horas, y me quedé con ganas de más. Eso sí el paseo en barco y la visita a la bodega, me encantaron a más no poder.
¡¡Nos vemos!!
Hola wapa! Yo nunca he estado en Oporto pero hace tiempo que quiero ir, todo el mundo dice que es muy bonita y por tus fotografías veo que es verdad. Bssss
Holaaaa
Vaya pedazo de post bien resumido. Yo estuve en Oporto y recomiendo ir más de un día pero es cierto que has sabido encontrar actividades chulas para los peques que se pueden hacer en sólo día.
Besotes
No conocemos Oporto, quizás es un poco lo que dices, que lo vas alargando y nunca le llega el turno, pero sí que lo tenemos en mente, lo que pasa es que cuando hemos querido ir ha estado muy caro el alojamiento y hemos decidido postponerlo.
Veo que tiene mucho para ver, a mi hijo le fascinan los tranvías y se que le encantaría ir a esta ciudad solo por eso jaja, como se entere me hace ir en breve jaja. Me guardo tu post
Hola guapa, pues me encanta Portugal, hace hora muchos años que no voy pero si tuviera que volver iria de nuevo a Oporto, es una ciudad preciosa y en la que vale la pena perderse! besos