Ubicada en un punto estratégico de la Toscana, a medio camino entre Florencia y Pisa, Montecatini Terme es una pequeña ciudad perteneciente a la provincia de Pistoia en Italia.
Se trata, como su nombre indica, de una ciudad termal en la que proliferan hoteles que nos retrotraen al s. XIX y principios del XX y evocan el esplendor de una época con una gran tendencia al turismo de balneario para mejorar la salud.
Así que, además de los coloridos hoteles, si tenéis pensado viajar a Montecatini Terme son de visita ineludible algunos de sus recintos termales.
La termas más conocidas y, que ha día de hoy, se han convertido en todo un símbolo de la ciudad son las termas de Tettucio. La entrada es de pago. Si lo que está en vuestra mente es un plan gratis, a unos pocos cientos de metros tenemos las de Tamerici . La entrada es totalmente gratuita, aunque hay una cajita para dejar la voluntad para ayudar al mantenimiento del recinto.
Montecatini Terme ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por los recintos termales del municipio han pasado personajes tan ilustres como Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini, Vittorio Emanuele II…
Las termas y Balnearios
A pesar de que sus aguas termales se conocían desde antiguo. El primer establecimiento termal fue el Bagno Regio en el año 1773. El último de los establecimientos termales data de 1962: el Bagno Redi.
En total son 9 los recintos termales de Montecatini Terme. Todos ellos se concentran algo lejos del centro en un bonito parque termal.
Las fuentes de agua termal
Los balnearios de Montecatini Terme se proveen gracias a 4 fuentes que nacen a una profundidad de 970 m. Los minerales que se encuentran a su paso, en su camino hacia el exterior, dan lugar a diversos tipos de agua en función de su mineralización.
- Agua Leopoldina
- Agua Regina
- Agua Tettucio
- Agua Rifresco
En función del tipo de mineralización el agua será beneficiosa para unas dolencias concretas.
Terme di Tettucio
Sin duda, al entrar en este establecimiento termal nos sorprende su majestuosidad arquitectónica. Al mismo tiempo nos invade la sensación de que hemos retrocedido en el tiempo.
Tanto al pasar por el gran patio bordeado de columnas, entrar en la librería o disfrutar de un buen café en la cafetería percibimos el encanto de otras épocas. No solo la arquitectura y la decoración de las paredes, incluso el mobiliario es de origen. Pero no os penséis que eso les confiere un aspecto vetusto, más bien al contrario, se encuentra tan bien cuidado que resulta increíblemente fácil imaginar escenas de otras épocas. Quedamos gratamente sorprendidos con la visita.
Breve historia de las Termas Tettucio
El proyecto original del recinto termal era de Gaspero Maria Paoletti, data de los años 1779-1781.
Sin embargo,el edificio sufrió una remodelación importante en 1916 gracias al arquitecto Ugo Giovannozzi. Este diseñó una reestructuración total del balneario inspirándose en la arquitectura clásica, y concretamente en las termas romanas. El resultado del proyecto es lo que disfrutamos a día de hoy.
La visita al recinto termal
Cuando traspasamos la entrada principal, donde se sitúa la taquilla, nos recibe una especie de atrio formado por un patio abierto columnado con una fuente central.
Conforme entramos, a nuestra izquierda queda la librería a la que merece la pena entrar. La rica decoración del interior no nos llama solo la atención por el estilo del edificio en sí, sino que nos sorprenden los mostradores y el mobiliario de antaño.
Si salimos avanzando y cruzamos el atrio. A nuestra izquierda quedan los dispensadores de agua. Los distintos carteles nos indican qué tipo de agua mana de cada uno de ellos. Se hallan ricamente decorados, al igual que las paredes recubiertas con baldosas de cerámica con atractivos dibujos.
Al otro lado del patio encontramos una cúpula con columnas y la cafetería. Es un placer disfrutar del a paz que de percibe en ella. Como todo lo demás, parece intacta, como si un hubiera transcurrido más de un siglo. Incluso las mesas y las sillas son antiguas.
No os vayáis a imaginar que el recinto de las termas de Tettucio incluya grandes piscinas con agua. No es un recinto concebido para el baño. Aquí el tratamiento consiste en tomar las aguas bebiéndolas. Escogiendo la variedad de agua según la tipología de dolencia.
En la taquilla os informarán de que se ofertan dos tipos de entradas. En la entrada simple no se tiene acceso al agua termal. La opción del agua es más cara, justo el doble de precio, y nos comentaron que se tiene que pasar por un pequeño reconocimiento médico en el que te indican la cantidad de agua que se puede tomar y de qué tipo a nivel individual.
A unos pocos cientos de metros de la entrada de las termas Tettucio podemos visitar las termas de Tamerici.
Termas de Tamerici
El origen de estas termas se encuentra en lo que fue una casa particular en cuyo patio brotaba un manantial de agua termal. En 1902 Pietro Baragiola compró el edificio. Lo adquirió tras haber analizado las aguas para descubrir que eran aguas minerales salinas con propiedades curativas. Y es que, en aquel entonces Pietro Baragiola era el presidente de la Sociedad de las Nuevas Termas.
Fue en aquella época en la que se rediseño y decoró el recinto.La reforma se llevo a cabo entre 1909 y 1911. El edificio se mantuvo y en el manantial se erigió una especie de fortaleza, emulando la edad Media. La fachada exterior se estructuró dotándola de arcadas.
La sala termal cuenta con numerosos grifos y está profusamente decorada con cerámicas de colores dotadas de un gran detallismo.
En el jardín glorietas, estatuas y pequeños bancos de piedra confieren un aire bucólico a las Termas Tamerici. Es un jardín acogedor que, a día de hoy, cuenta con un bar con mesas para tomar algo.
En el interior del edificio encontramos alguna exposición temporal. Hay códigos QR que os podéis descargar para realizar una pequeña visita auto-guiada. La entrada es gratuita. No tienen la conservación impecable de las Termas de Tettuccio, pero aún así merece la pena entrar.
Dónde comer en Montecatini Terme
Montecatini Terme es una localidad turística y gracias a ello abundan los sitios para comer. También os avanzo que la calidad de los locales de restauración no es demasiado alta en general.
Un poco alejada del centro tenemos la pizzería la Cicala. Cuenta con una sala interior y un par de terrazas. Al mediodía está cerrado y abren de las 17’00 hasta la madrugada. El personal es amable. En cuanto a la oferta gastronómica, a parte de algunas tablas de embutidos y quesos, se basa en pizza y focaccias las pizzas son de masa fina al estilo romano.
Si buscáis comer en plan rápido, un bocadillo, algún plato de pasta o una pizzeta a nosotros nos gustó la Enoteca Caffè Granduca , en plena avenida principal. Tienen varios platos, aunque advierto que son precocinados y los calientan al micro. Está bien de precio, te sirven rápido y son atentos.
Recomendaciones prácticas para visitar Montecatini Terme
- El precio de la entrada a las Termas Tettucio es de 6 € y 15€ si queréis tomar las aguas medicinales.
Estas termas cierran una hora al mediodía y si queréis tomar el agua es en un horario específico. - En el parque termal hay varias zonas para aparcar
- Las termas Tamerici son gratuitas. Tienen una cajita por si queréis dar un donativo que contribuya al mantenimiento del recinto.
- Montecatini Terme es una ubicación ideal para tomar como base si tenéis pensado explorar la Toscana.
- Si visitáis este lugar no dejéis de acercaros hasta Montecatini Alto para disfrutar de unas vistas impresionantes sobre la Valdinievole.
Vale la pena, acercarse a Montecatini Terme a pasar el día y disfrutar de su parque termal. Es un lugar tranquilo, acogedor que, aunque turístico, no está masificado.