Calaceite se encuentra catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España.
Sin lugar a dudas, este municipio de la comarca de Matarraña, conocida como la Toscana española, tiene bien merecida dicha clasificación.
Calaceite invita al paseo tranquilo por sus calles con edificios en piedra en los que se amalgaman las líneas rectilíneas con las arcadas. Además, el entorno natural que rodea Calaceite es sumamente atractivo con campos de olivares y zonas verdes por doquier.
Por otra parte, a unos pocos km., se encuentra el poblado íbero de San Antón, a mí parecer un imprescindible si visitáis Calaceite.
Qué ver en Calaceite
La basa
Cuando llegamos a Calaceite fue precisamente en esta plaza donde aparcamos el coche. Originariamente aquí estaba una balsa en la que se recogía el agua de lluvia para el abastecimiento de la población, así como para abrevar a los animales. En la actualidad, en el centro se erige una escultura dedicada a la producción de aceite es uno de los rasgos característicos de Calaceite.
La Plaza de España
Una vez nos empezamos a adentrar hacia el centro histórico de Calaceite lo primero que encontramos fue su Plaza Mayor. Debo reconocer que me sorprendió gratamente. Los edificios, las galerías de arcadas, y una amplia calle sin salida que da a plaza.
La Plaza de España no forma parte del trazado más antiguo de la población. La misma data del s. XIV y es fruto de una ampliación del núcleo urbano durante esa época.
Una de los elementos que más nos llaman la atención de la plaza son los soportales cubiertos de arcadas ojivales, techadas con vigas de madera. Es en estos soportales donde antiguamente se celebraba el mercado. Esta tradición se ha mantenido hasta la actualidad, ya que los miércoles se monta el mercado en la plaza.
Iglesia de la Asunción
La iglesia es fruto del auge constructivo que vivió Calaceite sobre el s. XVII de allí la belleza de su fachada de estilo barroco con columnas salomónicas en los laterales de la puerta principal. El hecho de que se construyera una casa solariega, justo enfrente de la iglesia, le resta algo de esplendor, ya que la limitación no permite alejarse para disfrutar de una perspectiva más amplia del conjunto.
A pesar de ello, la vista se nos irá hacia los detalles de la fachada.
El interior está formado por tres naves de la misma anchura. Fruto de ello, el acceso desde el exterior se hace a través de tres puertas. En la puerta central se concentra el mayor detallismo y las columnas salomónicas. También llama la atención su imponente campanario en forma de torre. En el siglo XX la iglesia se reconstruyó debido a los importantes daños sufridos durante la Guerra Civil.
Vale la pena pasear por sus calles recreándose en los edificios y observando los escudos en relieve, los dinteles de las puertas, las ventanas y los pequeños detalles. Algunas calles son especialmente atractivas como la calle Morella, muy cerquita de la iglesia.
Portal de Maella
Si hay algo que no falta en los pueblos de la comarca de Matarraña son sus curiosos portales dedicados a santos.
En este caso, el portal de Maella era uno de los 4 portales que se abrían en la muralla medieval de Matarraña. Es especialmente atractivo con sus puertas de madera en el piso superior, la rica decoración de la piedra, la cubierta, y el arco de medio punto.
Dato curioso: Las puertas del portal de Maella se abren en el día del Pilar.
Plaza de los artistas
Es una pequeña placita, moderna, ajardinada con flores. Esta Plaza fue dedicada en el año 1999 a los artistas. Una especie de homenaje a todos los artistas de diferentes ámbitos del municipio.
Hay más puntos de interés en el propio núcleo urbano: como la capilla de San Roque, la Font de la Vila… No hace falta más que callejear para ir descubriendo sus pequeños rincones con encanto.
A las afueras tenemos la ermita y el poblado íbero. Estará a unos 3 o 4 km. andando. Aunque también se puede acceder en coche por una carretera de tierra.
Poblado ibérico de San Antonio
Si os soy sincera, no me esperaba encontrar semejante joyita íbera tan cerca de Calaceite. El poblado íbero se eleva sobre el cerro de San Antonio. Si estáis en Calaceite no os lo podéis perder, la entrada es libre, el trazado se encuentra muy bien conservado y las vistas a los campos de olivos y la montaña son simplemente espectaculares.
El poblado estuvo habitado desde el s. V hasta el III a.C y fruto de ello es que se pueden apreciar dos fases de construcción. Además, el trazado de las calles y la planta de las casas se ve muy bien. Aún se alza una parte de la torre, el foso y de la muralla que rodeaba al poblado.
En la cima actualmente se erige una pequeña ermita.
Datos de interés para visitar Calaceite
- La entrada al poblado íbero de San Antonio es gratuíta. Es de libre acceso
- El casco histórico no es demasiado grande y se puede ver en unas horas
- Encontraréis paneles indicativos en los edificios más importantes, así como en el poblado íbero de San Antonio.
Para complementar la excursión lo ideal es acercarse a alguno de los pueblos de la comarca de Matarraña y disfrutar de la que es también denominada Toscana española. Otra opción es o incluso acercarse hasta Miravet, un pueblo de gran belleza.