La propuesta educativa de Roger Shank: aprender haciendo

Descubrí a Roger Shank, hace algunos años, a través del programa Redes de Eduard Punset. Su forma de enfocar la educación hacia su sentido más práctico, aprender haciendo, me gustó desde el primer momento.

¡Qué mejor que aprender a través de la acción! Los expertos en educación afirman que no se aprende sin emoción y comparto está idea. Aquello que se aprende por obligación con el paso del tiempo no conduce a ninguna parte.

Lo que ha llevado a Roger shank a elaborar su teoría del ‘ aprender haciendo’ ha sido principalmente su trayectoria profesional,en la que se amalgaman, su experiencia docente, en universidades tan prestigiosas como la de Yale, y su investigación centrada en los campos de la inteligencia artificial y la psicología cognitiva.

Ha sido, pues, su propia experiencia la que le ha encaminado a replantearse todo el sistema educativo actual. Educación basada en el simple trasvase de conocimientos, la superación de evaluaciones y la enseñanza mecanizada, que no concuerda con la idea de Roger shank, para él que el aprendizaje solo puede calificarse como tal cuando va unido a la experimentación.

Al igual que Sir Ken Robinson, Roger Shank, afirma que el error es un punto importante para que el aprendizaje sea efectivo. El hecho de equivocarse constituye un estímulo para volver atrás, para reanudar y finalmente para alcanzar el objetivo deseado. Objetivo que, por otra parte, debe ser motivador y claro.

Otra de las cosas que particularmente me gustan de Roger Shank es su punto de partida respecto a la enseñanza. Enseñanza que, según Shank, debe ser más individualizada, destinada a cubrir las necesidades especificas de cada niño, que son diferentes en cada caso.

Que la escuela tradicional uniforma a los niños está claro. Los que permanecen en la media van más o menos pero ¡ Ay de los que se desmarcan, tanto por sobrepasar como por no llegar…! acaban teniendo problemas.

En palabras del propio Roger Shank:

“Hoy la escuela parte del concepto opuesto: Todos los niños son iguales y todos deben aprender lo mismo. Mi idea de la educación son clases superreducidas, de unos cinco alumnos, con un profesor que está ahí para alentarles y ayudarles a seguir el proceso formativo especificado en el programa on line basado exclusivamente en la metodología del aprender haciendo.”

Realmente, a pesar de la dificultad para llevar a la práctica sus teorías, debería producirse una reforma total del sistema educativo, que tampoco sería una utopía si nos remitimos a las posibilidades multimedia en las aulas.

Algunas de la conclusiones de Roger Shank son interesantes, a mi parecer  bastante acertadas, coherentes y bien razonadas. Y es que realmente lo que se aprende hoy en las escuelas son conceptos para pasar los exámenes, no se enseña a los niños a pensar, a plantear críticas… Generalmente se les enseña a   tomar los conocimientos como verdades absolutas, sin posibilidad de replantearse o cuestionarse las lecciones.

En las aulas no está muy presente el concepto de  experiencia y es en esto último donde hace hincapié el Sr.  Shank

Especialmente me gusta escuchar a Roger Shank por su fuerte convicción y seguridad mientras afirma rotundamente con frases lapidarias que ‘las escuelas no deberían existir‘ y nos propone un sistema diferente,en el que, por otra parte, tendrían una gran importancia los contenidos multimedia. Ya que con el apoyo de estos sí que es posible conseguir una educación más adaptada a las necesidades de cada alumno.

Para Shank el enquistamiento del sistema educativo actual se debe a la existencia de unos intereses, tanto económicos como políticos, en su reverso y no se cansa de repetirlo en la entrevistas que ofrece a los medios.

Y es que para Roger Shank los colegios, tal como los concebimos actualmente, no deberían existir. Aunque el mismo reconoce que es muy difícil acabar con el sistema educativo tal y como está planteado actualmente.

Quizá sí, tal vez sus teorías resultan un tanto utópicas, pero ¿no sería una manera ideal de aprender? Cada uno a su ritmo y según su propia motivación. El aprendizaje probablemente se vería reforzado por la misma implicación emocional. Y a nivel cognoscitivo sería un aprendizaje más útil y duradero que perduraría en la memoria de los estudiantes.

Desde este pequeño espacio de mis chic@s y yo propongo, a padres y profesores, que si bien es difícil cambiar las cosas, sí que podemos aportar nuestro pequeño granito de arena en la educación de los peques. Y es que siempre es posible hallar una ocasión para predisponer a los niños a aprender a través de la propia experiencia. Ya sea en el aula o fuera de ella.

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