Hace unos días nos acercamos hasta Sant Joan Despí en la comarca del Baix Llobregat, para visitar la Masía de Can Negre, también conocida com Centro Jujol.
Hace tiempo que teníamos pendiente una visita, pero con el COVID acechando a cada momento tuvimos que posponer la visita guiada (aunque de momento se están haciendo visitas guiadas de nuevo). La cuestión es que finalmente la visitamos por libre y muy bien también, ya que te puedes hacer bien a la idea con los paneles explicativos repartidos por la casa.
Si algo llama la atención, son las formas sinuosas de la fachada. Tras la reforma de Jujol, lo que era una masía de campo, como las que estamos acostumbrados, se convirtió en un edificio de formas ondulantes y coloridas.
Pero os cuento un poco la historia.
Can Negre. Los orígenes
Como os he avanzado en principio, la casa se construyó como una masía de campo, sin elementos destacables. El edificio tomó su personalidad cuando corría el año 1915 y el propietario, Pere Negre, le encargó a Josep Mª Jujol, arquitecto modernista, transformarla en casa de veraneo.
La reforma, que modificó totalmente el edificio original, tanto exterior como interiormente, se terminó en 1930. Ello es debido a que la casa pasó por diferentes etapas de remodelación según las necesidades de Pere Negre.
La masía inicial data del s. XVII. En la propia casa, en los paneles informativos, podemos ver alguna imagen del diseño original. Jujol la transformó totalmente para integrarla en el entorno urbano.
Qué ver en la visita a Can Negre
La fachada modernista de Can Negre
Sin duda, lo que más nos llama la atención de este edificio modernista es su fachada. Aunque se mantuvieron algunos elementos, como las aberturas, Jujol la transformó completamente.
La fachada se dedicó a la Virgen María. Así, en la fachada aparecen inscripciones en referencia a la Virgen, y decoraciones florales, que también encontraremos en el interior.
La parte superior, de la cara principal del edificio, termina en formas onduladas. Si nos detenemos a observarla, nos daremos cuenta de que en ella se amalgaman técnicas y elementos característicos del modernismo, como el esgrafiado, la forja o el trencadís.
Si un elemento destaca en la parte central de la fachada, es una galería, que si bien es un recurso arquitectónico recurrente en la época, su originalidad reside en la forma, que parece una carroza o una diligencia. Curiosamente, desde el interior del edificio, los bancos que encontramos, como miradores de la galería, también nos remiten a los asientos de una carroza.
La planta baja
Una vez accedemos al interior del edificio, veremos a nuestra derecha la recepción, y a nuestra izquierda dos salas que acogen exposiciones.
Si avanzamos en línea recta, veremos al fondo una pequeña sala que alberga un retablo, una maqueta a escala de Can Negre y una serie de pilones, revestidos de trencadís, que inicialmente se encontraban en la verja exterior.
Un poco antes de llegar a esta pequeña sala se encuentra la escalera que nos conducirá a los pisos superiores. De hecho, es la escalera, junto a la capilla, uno de los elementos más destacables que vamos a encontrar en su interior.
Escalera de Can Negre
La escalera de Can Negre no cabe duda de que os llamará la atención. Se trata de una escalera con las barandas de madera. El área tiene forma octogonal. La pared pintada de un llamativo azul cobalto con algunos elementos en blanco. En la parte superior, coronando el interior de la cúpula, encontramos un relieve policromado de un niño Jesús, desde donde salen una serie de líneas blancas que forman una especie de estrella.
Les golfes, el piso superior
Desde la escalera subimos hasta la planta superior del edificio, una amplia sala en la que se destacan las vigas de madera. Actualmente la sala se dedica a clases de arte, ya que este edificio se ha reutilizado como el Centre Jujol, sede de la Escuela Municipal de Arte.
Planta primera. Capilla de Can Negre
Una vez vista la parte superior, bajamos a la primera planta. Las salas están decoradas con flores, enredaderas pintadas y otros elementos decorativos. No os olvidéis de pasar por la galería y observar los detalles de la “carroza” vista desde el interior.
De esta planta, el elemento más destacable es la capilla. La capilla no es demasiado grande y se encuentra ricamente decorada. La preside un gran retablo en la que predominan los tonos dorados que aportan riqueza al conjunto. Allí os podéis pasar un buen rato recreándoos en los detalles, que son muchos. El estilo recargado y rico en florituras nos remite irremediablemente al barroco. No os perdáis la puerta, muy curiosa, forrada en tela con remaches.
Para terminar nuestra visita nos dimos una vuelta por las salas de exposiciones de la planta baja.
Recomendaciones para la visita
- La entrada cuesta 2’50 €
- En cuanto a los horarios, los domingos abren a las 12 del mediodía
- El último domingo de mes hacen una visita guiada a Can Negre, pero debéis reservar con bastante antelación. Ahora mismo, no sé si por el tema del COVID, estaban dos meses ya reservados.
- La sala de exposiciones situada en la planta baja es de libre acceso.
- Podéis complementar la visita dando un paseo por Sant Joan Despí, que tiene edificios que merecen una visita, aunque sea solo por el exterior, como la Torre de la Creu, también obra de Jujol.
Cómo Llegar a Can Negre – Centre Jujol
- En tren: cercanías Renfe R4. Parada de Sant Joan Despí
- En coche desde Barcelona: por la A-2. Tomamos la salida Sant Joan Despí.
- Trambaix: líneas 1,2. Parada Bon Viatge
- Bus: Oliveras L-52 de Santa Eulàlia (L’Hospitalet) a Sant Feliu de Llobregat. L-78 de Sants a Sant Joan Despí
La visita merece la pena, es un edificio bonito. Aunque en seguida lo tenéis visto, pero es una muestra más de nuestro legado modernista, que, si os gusta como a nosotros la arquitectura de la época, no podéis pasar por alto.