Como amantes del modernismo y Gaudí, la Casa Vicens era algo que nos quedaba pendiente, y la llamativa fachada siempre nos decía que teníamos que adentrarnos a conocer la primera casa diseñada por Gaudí. La Casa Vicens se ubica en el barrio de Gràcia. Si algo esta claro, es que el edificio no pasa desapercibido, con sus formas y colorido. No en vano ha sido declarada como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
La Casa Vicens
Fue uno de los pimeros proyectos de Antoni Gaudí y en ella se destacan dos elementos:
- El modernismo incipiente
- La aplicación de todas las técnicas que Gaudí había aprendido en su recién estrenada carrera como arquitecto.
Corría el año 1883 cuando el señor Vicens, un acaudalado corredor de bolsa y ceramista, encargó el proyecto a un joven arquitecto. La idea era construir una casa de veraneo en la villa de Gràcia.
La Casa Vicens preludia algunas de las técnicas y diseños que Gaudí utilizará en sus obras posteriores. Aunque todavía no ha incorporado algunos de los elementos por los que conocemos la obra de Gaudí, como la profusión de curvas o arcos. Sin embargo, la casa Vicens rezuma colorido, uso de la cerámica, motivos naturales, e inspiración mozárabe y oriental.
Tanto si sois amantes empedernidos de la obra de Gaudí, como si no la conocéis, vale la pena acercarse a hacer una visita a la Casa Vicens para conocer lo que bullía en la mente del joven arquitecto. La casa nos pareció sorprendente, a pesar de que ha sufrido alguna reforma desde su construcción, ha perdido su jardín y la escalera interior. Por otra parte, algunos elementos, como la fuente del jardín, han sido recuperados, devueltos a su lugar y restaurados.
Qué ver durante la visita a la Casa Vicens
Normalmente en la Casa Vicens se ofrecen diferentes visitas. Nosotros hemos ido durante la pandemia, con lo que el acceso se limitaba a visita mediante audioguía en nuestros propios teléfonos a través de un código QR.
Llegamos a la primera hora, ya que abrían a las 10. Una vez que hemos entrado, lo primero que vemos es el pequeño jardín. En su época de pequeño no tenía nada, la zona ajardinada era mucho más extensa, alrededor no estaba edificado, e incluso poseía una cascada (de la que podemos ver actualmente una reproducción en el Museu AGBAR de Cornellá de Llobregat).
Resulta obvio que el exterior de la casa debe haber perdido mucho, ya que actualmente queda bastante encajonada entre edificios y, en vez de ver verdor, cuando lanzas la mirada al horizonte, te encuentras con los muros de edificios adyacentes que se construyeron bastante pegados a la Casa Vicens.
Pero en fin, hagamos un esfuerzo de imaginación y ubiquemos la casa en el contexto en el que nació, una casa de veraneo algo alejada de la ciudad.
El jardín es un remanso de paz y respira frescura. Lo primero que nos encontramos son algunas mesitas de la cafetería en un ambiente sumamente acogedor.
A medida que avanzamos nuestra vista, se recreará en cada uno de los detalles, las cerámicas de las paredes, el agua, los paneles que cubren los balcones, inmediatamente nos conducen a relacionarlos con culturas lejanas de Oriente. No en vano, Gaudí se inspiró en las culturas japonesa y árabe para la creación de un ambiente totalmente idílico, que respira originalidad y personalidad.
En la planta baja, tras el recibidor, pasamos al comedor. El comedor me pareció bastante sobrio, pero totalmente calculado al mínimo detalle: las paredes adornadas con cuadros pintados específicamente para esta estancia y paneles con animales y plantas. Da la sensación de buscar un estilo tirando a clásico. Lo mismo ocurre con los muebles, y en ellos se destaca una gran calidad. Lo que más me llamó la atención fueron las decoraciones de los techos. ¡Totalmente impresionantes! Guirnaldas de hojas verdes con frutos en relieve realizados con sumo detallismo.
Otra de las habitaciones que me impresionó fue la sala de fumar. Un salón pequeñito, luminoso y original, inspirado en el mundo árabe. El techo, con predominio de combinación de azul y dorado, es en relieve, simulando el cielo estrellado. Está elaborado en cartón piedra o una técnica parecida.
La planta segunda estaba destinada a las habitaciones de la familia Vicens. De nuevo, los espacios están decorados al mínimo detalle, combinando techos, paredes y suelos en una misma gama de colores.
Aunque de hecho, la casa Vicens no debe contemplarse de estancia en estancia, Gaudí la imagino como un todo, ya desde la planta baja suben motivos de hiedra, enredándose hacia la planta superior. Cómo siempre la naturaleza está sumamente presente en este universo gaudiniano en el que las cerámicas y pinturas recrean el entorno natural de los alrededores de la casa Vicens.
La tercera planta es más austera, ya que estaba destinada al servicio. Actualmente acoge exposiciones. Una temporal y otra permanente. La exposición permanente nos introduce en todo el proyecto de la casa, la documentación, maquetas, materiales y contribuye a ilustrar nuestra visita.
La azotea, al igual que el resto de la casa, sufrió algunas reformas, pero está perfectamente pensada para la recogida de agua y para dar un paseo entre sus torres, entre las que se emula un camino de ronda, que se alzan espléndidas con sus vivos colores hacia el cielo.
Por último, en la planta baja, que actualmente alberga la tienda de la Casa Vicens, destacar los techos en bóveda catalana.
Recomendaciones prácticas para la visita a la Casa Vicens
- Lo mejor es comprar las entradas con antelación en la propia web de la Casa Vicens. Además, de este modo descubriréis las distintas opciones de visita.
- Como he comentado anteriormente, nosotros realizamos la visita mediante código QR y las explicaciones fueron muy esclarecedoras, sencillas y amenas.
- El 22 de mayo, por Santa Rita, la casa hace jornada de puertas abiertas.
- Los horarios son diferentes en verano y en invierno. Mejor consultar la propia web de la Casa Vicens.
Cómo llegar a la Casa Vicens
Barrio de Gracia:
Carrer de les Carolines, 20-26
08012 Barcelona
La mejor opción es el transporte público:
- Metro, parada Fontana o Lesseps. Linea 3
- FGC (L6, L7, S5, S55, S1, S2)
- Bus: 22, 24, 27, 87, 114, H6, V17, D40, N4
- Barcelona Bus Turístico
- Barcelona City Tour
Es una visita para hacer sin prisas, los detalles son numerosos, y vale la pena recrearse en ellos.
Toda la casa esta hecha cuidando todos los elementos al mínimo detalle, tanto a nivel ornamental como funcional. Gaudí ya tenía profundo interés en dotar a las estancias de una buena ventilación y una luz idónea. La combinación de colores, los diferentes estilos con los que se decoran las áreas de la casa según su función, nos sorprendieron gratamente. Una visita en la que nos sentimos muy cómodos. Salimos encantadísimos de la visita. Nos pareció una construcción que destila genialidad y encanto, la mires como la mires.
Me vas a matar pero no sabía que la casa Vicens se podía visitar por dentro. La última vez que estuvimos en Barcelona solo la vimos por fuera así que sin duda cuando todo esto pase tenemos que ir y este post nos vendrá de maravilla como guía. Me ha llamado mucho la atención lo de la sala de fumar jajjaja
Qué bien, Barcelona es una ciudad que nos encanta visitar y siempre que vamos buscamos planes nuevos para disfrutarla, de modo que nos acabas de hacer un favor grandísimo porque somos muy fans de la obra de Gaudí y no conocíamos la existencia de la Casa Vicens.
Encima el 22 de Mayo también es Santa Quiteria, patrona de la población donde trabajo, de modo que tengo fiesta, así que sería ideal planificar una visita en esa fecha, nos saldría más barato…ja, ja, ja…
Soy una enamorada de Gaudí y del Modernismo!! De la cas Vicens me encantan los techos, el cielo estrellado de la sala de fumar es precioso, al igual que las Guirnaldas de hojas verdes. Y las torres de la azotea son impresionantes.
Lo que más sorprende es que Gracia fuera una zona de veraneo a las afueras de Barcelona, ahora a quedado totalmente integrada a la ciudad