La primavera y el invierno son ideales para hacer alguna ruta por el campo. Hoy os quiero recomendar una ruta muy bonita en Olesa de Montserrat, comarca del Baix Llobregat. El recorrido va desde la Creu de Beca al Mirador de les Espases. No es una ruta larga, no llega a 3’5 km (más la vuelta, ya que no es un recorrido circular), la que hicimos en nuestra excursión.
Pasaréis entre terrenos agrícolas, vegetación forestal, reconoceréis las formas de los pueblos que se erigen a vuestros pies, el río Llobregat, y os acompañará en la mayor parte del recorrido la montaña de Montserrat.
El camino es en ascensión, aunque tampoco son subidas muy empinadas. Es un recorrido medio-fácil. Lo único que tenéis que vigilar, si vais con niños, es que hay algunos tramos en que se va por senderos estrechos con barrancos.
Uno de los alicientes de la ruta al Mirador de les Espases, además de las buenas vistas que ofrece, son los cambios de vegetación en los distintos tramos, con cultivos agrícolas y especies variadas de tipo mediterráneo.
Recorrido para hacer la ruta de la Creu de Beca al Mirador de les Espases
Creu de Beca
Llegamos a Olesa de Montserrat. Dejamos el coche en una urbanización a las afueras, donde hay una zona habilitada para aparcamiento a unos pocos cientos de metros de la Creu de Beca.
Es aquí en la Creu de Beca donde iniciamos nuestro recorrido. Ya, justo al lado de la cruz de Beca, tenemos un poste indicador con varias direcciones. Veréis que al Coll de les Espases se va por dos caminos opuestos. Nosotros cogimos el camino que empezaba justo al pie de la cruz. El mismo que llevaba a la Puda y a un par de fuentes: la del Frare Pau y la de Sant Valentí.
Paseando entre frutales y olivares
Iniciamos el paseo entre campos de árboles frutales, por un camino ancho; a la derecha nos queda la montaña de Montserrat. Avanzamos sin complicaciones, ya que en el primer tamo no hay prácticamente bifurcaciones, y en todo caso, es imposible perderse. Se encuentra todo muy bien señalizado.
A medida que vamos avanzando y bordeando la montaña, nos encontramos con unas preciosas bancadas construidas en piedra seca. En ellas se cultivan olivares. En este tramo la tierra es de un marrón clarito, que contrasta con el cielo azul de un día claro y destaca las sinuosas formas de los olivares. Vale la pena recrearse a contemplarlos porque, aunque estos son grandes, algunas de sus siluetas no tienen nada que envidiar a un bonsai bien trabajado.
Sendero, tramo estrecho
Pasado este tramo encontraremos algunos huertos y tras un poquito de cuesta, el camino empezará a estrecharse. Hasta ahora nos habíamos encontrado algún que otro coche. La naturalezase se torna en este tramo más agreste. A partir de este momento sintámonos libres de disfrutar de la tranquilidad del campo. En este punto de la ruta la montaña de Montserrat queda a nuestra izquierda. Desde lo alto podemos ver el cauce del río Llobregat. Asimismo, algunos pueblos, como Esparraguera; incluso se ve perfectamente la colonia Sedó, con su acueducto y sus chimeneas industriales.
A medida que avanzamos encontramos una bifurcación; si continuáis ascendiendo, iréis al mirador del Coll de les Espases, si cogéis el de bajada os dirigiréis a la Font de Sant Valentí.
La verdad es que no tiene pérdida la ruta, y os lo digo yo que tengo tendencia al despiste. Cada bifurcación está indicada y también encontraréis marcado el camino en diversos puntos con trazos blancos y amarillos.
Cuando finalizamos el camino estrecho nos sorprende de nuevo encontrar una via ancha con terrenos de cultivo, unos cientos de metros más adelante el color de la tierra se torna de un rojizo intenso y la vegetación del camino, frondosa, con un ambiente más húmedo (según la época del año). Al fondo vemos les Agulles del Petintó, cuyas formas alargadas se elevan hasta el cielo, debo reconocer que esas estructuras rocosas me llamaron poderosamente la atención. Cuando vemos el monte con les Agulles Petintó, ya estamos en la recta final de nuestra ruta.
Mirador de les Espases
En el Mirador de les Espases observamos que convergen diversas rutas y caminos por si queréis continuar.
En el propio mirador tenemos unas mesas de pícnic. No hay muchas, son 3, vale la pena sentarse un rato a descansar y reponer fuerzas en ellas ya que las vistas son impresionantes.
Si seguimos andando nos encontraremos unas vistas completamente diferentes, son las que han quedado detrás de nuestra ruta. Y a poca distancia, la típica cabaña de pedra seca olesana. Por nuestra parte, decidimos regresar por donde habíamos venido, pero, como os digo, a partir del Mirador de les Espases tenéis más opciones si queréis continuar con la excursión.
Recomendaciones prácticas
- Para aparcar no creo que tengáis problema, porque la zona de aparcamiento gratuito, en el polideportivo Salvador Boada, a los pies de la Creu de Beca es bastante grande.
- No hace falta decir que no os olvidéis del agua, la protección solar y calzado cómodo.
- La ruta se puede hacer con niños que estén acostumbrados a caminar. Es una ruta media-fácil. Lo único, que hay que vigilar en algún tramo más estrecho, de más o menos 1 m de ancho, por los barrancos.
Cómo llegar a Olesa de Montserrat
Desde Barcelona
- En coche por la A-2, enlazando en Abrera con la C-55
- Ferrocarriles de la Generalitat: línea Llobregat-Anoia
- Autobus: Hispano-Igualadina
La ruta de la Creu de Beca al Mirador de les Espades es un recorrido que sin duda os gustará por su variedad de paisajes. El camino se hace muy agradable y, como no es demasiado larga, podéis entreteneros disfrutando de la flora, la fauna, las vistas y el contacto con la naturaleza.