Un buen plan para hacer con niños es visitar el Museu de les Mines de Cercs. La visita os proporcionará unas horas de entretenimiento y al mismo tiempo aprenderéis sobre el mundo de las colonias mineras, cómo se desarrollaba el modo de vida en torno a la extracción del carbón.
La sede del Museu de les Mines de Cercs es la colonia de Sant Corneli
El Museu de les Mines de Cercs se encuentra en lo que fue la colonia de Sant Corneli. Es un centro de interpretación de todo lo relacionado con el carbón y abarca aspectos como la historia de la extracción del carbón, las modificaciones en las comunicaciones, en el entorno, y en la vida de los habitantes de la zona.
La colonia de Sant Corneli es una de las mejor conservadas del Berguedà y este hecho ha favorecido la creación de este museo.
El recorrido por el Museu de les Mines de Cercs
La visita al Museu de les Mines de Cercs se estructura en 4 partes:
- Las 3 primeras en el propio recinto del edificio principal, que alberga la exposición permanente.
- La cuarta parte de la visita consiste en un recorrido de 450 m. por el interior de la galería de Sant Romà.
La extracción del carbón
La primera parte de la visita trata de lo relacionado con el trabajo de la extracción del carbón propiamente dicha:
- Técnicas
- Herramientas
- Medios
- Organización administrativa…
La vida cotidiana en la colonia minera
A medida que se avanza en el recorrido se abarcan aspectos diversos. Entre ellos, el desarrollo de la vida cotidiana dentro de la colonia minera:
- Las escuelas
- Las tareas que desempeñaban las mujeres
- El disfrute del tiempo libre
- La importancia de festividades mineras como la de de santa Bárbara, patrona de los mineros, que eclipsaba en importancia a la fiesta mayor
A través de fotografías, objetos y audiovisuales, el visitante se va adentrando en el mundo de lo que fueron las colonias mineras.
El proptotipo de casa de la colonia minera
Siguiendo con el recorrido se llega a lo que es la recreación de una vivienda de la colonia. La casa está ambientada en los años 40. Contiene sus habitaciones, cocina, todo con material de época. Es una recreación muy visual para los niños. Parece como si la casita todavía estuviera habitada. Contiene todo su “ajuar”: sus cacharros de cocina, sus víveres, las cunas infantiles, o enseres diversos de uso cotidiano…
A los niños les encantará y a los más mayores les llevará a recordar escenas de su propia niñez.
Galería de Sant Romà
La última parte de la visita consiste en un recorrido por la galería de Sant Romà: un tren minero, que hará las delicias de los más pequeños. Con el trenecito nos adentramos al interior de la tierra. Se recorren 450 metros de galería. Mediante una visita guiada, conocemos la evolución histórica del trabajo en el interior de la mina.
El recorrido nos permite viajar en el tiempo y conocer las diferentes formas de trabajar el carbón a lo largo de los años.
La visita nos retrotrae en el tiempo a finales del siglo XIX, época en que los obreros entraban sin ningún equipamiento, con alpargatas y barretina. Por aquel entonces se alumbraban con lámparas de aceite, cargaban pesados capazos a la espalda. El sueldo iba a razón de los capazos extraídos diariamente.
Posteriormente se avanza hacia los años 30 del siglo pasado. Los visitantes se convierten en mudos testigos de las mejoras técnicas, como el empleo del martillo de aire comprimido o el uso de la dinamita.
El viaje continua por los años 70. En esa época disfrutaban de turnos de 8 horas, disponían de electricidad y una cinta transportadora que llegaba al exterior. Para terminar, los métodos más modernos, utilizados hasta 1991. Fue en ese año en que cesó la actividad en Figols y el cierre de la colonia.
Por último, la visita se puede complementar con una escapadita, para ver huellas de dinosaurio, al yacimiento de Fumanyà. En Fumanyà, desde un mirador, se puede observar la roca desnuda de la montaña sobre la que se marcan unas huellas de dinosaurios. Las huellas nos retrotraen a 65 millones de años. Otra buena idea para completar el día es hacer una excursión al santuario de Santa María de Queralt. Allí tenéis unas vistas estupendas y debajo del santuario una zona de pícnic y paseo en plena naturaleza que está genial, especialmente en verano, con muchas sombras fresquitas. Vale la pena acercarse al Museu de les Mines de Cercs, ya que es una actividad original y completa y los niños la disfrutan.
Que maravilla de paisaje en la primera foto. Tiene que estar interesante el museo!!