Hace unos días estuvimos en el Museo de la colonia Sedó, en Esparreguera, comarca del Baix Llobregat. Se trata de una antigua colonia textil, que estuvo a pleno rendimiento en los años 40 del siglo pasado. A día de hoy, en el museo se conserva una gran turbina tipo Francis, que se utilizó para producir energía hidroeléctrica.
El Museo es uno de los centros del Museu de la Ciència y la Técnica de Catalunya (MNACTEC).
Los orígenes de la colonia se remontan a 1850, momento en que la fábrica, perteneciente Miquel Puig, inicia la producción textil. La zona en la que se erigía contenía un antiguo molino que Miquel Puig compró junto a los territorios adyacentes, dedicados por aquel entonces al cultivo agrícola. La compra dotaba de una fuente de energía y un extenso terreno en el que construir a su propietario.
Más adelante, su hijo Josep Puig quiso engrandecer la fábrica y compró el salto de agua de El Cairat, a 4 km de distancia.
La muerte prematura de Josep permitió que Antoni Sedó tomara el relevo y continuara el engrandecimiento de la fábrica. Más adelante, el hijo de Sedó terminará la labor del padre.
A lo largo de este tiempo se construirán el acueducto y la resclosa, se instalarán potentes turbinas, se edificarán las casas de los trabajadores, escuela, tiendas, iglesia,…
La colonia se convirtió en una de los principales centros de producción textil de Cataluña. En las épocas de máximo esplendor tendría unos 2000 trabajadores. En los años 80 del siglo pasado vino el declive. Actualmente, lo que fue la fábrica se ha convertido en un polígono industrial, y las casas de los trabajadores permanecen habitadas.
Qué ver en la colonia Sedó y el Museo de la colonia
Nosotros empezamos nuestra visita en el exterior. El primer lugar que visitamos fue la iglesia, que se ubica en la zona donde se encuentran las casas que fueron construidas para los trabajadores.
No os voy a engañar, las antiguas casas se hallan, a mi parecer, tal cual se construyeron. Se trata de viviendas bajas, sencillas, conformando hileras y calles simétricas, con un trazado regular. Sin embargo, llegar allí me impactó porque se ve todo muy gris y vetusto. Nada que ver, por ejemplo, con las casas de la colonia Güell; estas se construyeron con un objetivo puramente funcional en el que no fui capaz de ver el más mínimo sentido estético.
Aunque actualmente continúa viviendo gente en la colonia Sedó, me dio la sensación de que, tanto las casas como el polígono industrial, están bastante degradados.
Y dicho esto, pasemos a los elementos más relevantes que podéis encontrar en la colonia Sedó.
La Iglesia
Como os he dicho, la iglesia fue el primer edificio relevante con el que nos encontramos durante nuestra visita. No accedimos a su interior. Se trata de un edificio de planta rectangular, funcional y sencillo. Posee pocos adornos, destacar una entrada con un arco de medio punto y a los laterales dos ventanitas; en la parte superior un rosetón. El tejado es de dos aguas y va coronado por un pequeño campanario.
El Acueducto del canal de El Cairat
El acueducto de la colonia Sedó es uno de los elementos más significativos que podemos ver en la colonia. No es un acueducto pequeño, al contrario, es una construcción que se alarga durante 4 km.
Fue construido para abastecer con el agua procedente del río Llobregat la necesidades hídricas de la colonia Sedó. Con un desnivel de más de 30 metros, servía para dotar de suficiente fuerza hidráulica a la turbina antigua (más adelante esta fue substituida por la turbina Francis que podemos ver actualmente).
La chimenea helicoidal
En la colonia Sedó aun perduran varias chimeneas, y de formas diversas, cuadradas, redondas,… pero sin duda la que más llama la atención es la chimenea helicoidal, con sus formas curvas y esquinas sinuosas que se elevan hacia el cielo.
Esta construida con ladrillo visto. Con una altura de unos 25 m, aúna los elementos funcionales y estéticos tan típicos de los diseños de la época modernista.
El Museo de la colonia Sedó
Conforme traspasamos la puerta del museo nos embarga un efluvio de maquinaria antigua que nos retrotrae directamente a otras épocas.
Una vez pasamos por la recepción, lo primero que vemos son una serie de paneles informativos que nos cuentan la historia de la colonia y las personas que tuvieron relación con ella.
Al fondo de la sala, un telar y una urdidora, que si bien no son los que estaban en la fábrica de la colonia, sí que son una representación veraz de los que había.
Seguimos en nuestro recorrido. En una pequeña habitación disfrutaremos de una gran maqueta a escala de lo que era la colonia Sedó. La maqueta es de latón, a una escala de 1:200, y fue construida en el año 1941. Es un elemento bastante interesante porque nos permite ver cómo estaban distribuidos los edificios de una forma muy clara y visual.
Una vez hemos visto la maqueta, bajamos por unas escaleras de metal para encontrarnos, frente a frente, con el elemento “estrella” del museo: la turbina tipo Francis que preside la planta, y podemos percibir, a pesar de que no podemos verla en acción, su fuerza en toda su intensidad.
Debo destacar que la canalización subterránea junto al acueducto para abastecer esta gran turbina constituye, según rezan los paneles informativos, “la obra hidráulica más importante realizada en una fábrica en el s. XIX”.
Resulta sumamente interesante que el visitante se pueda introducir en los mismos tubos de canalización de la turbina. Es posible recorrer unos metros por el interior. También vimos unos bancos para visualizar un audiovisual. Sin embargo, debido al coronavirus, en estos momentos no se podía acceder.
Una vez vista la turbina, podemos continuar nuestra visita hasta la sala de la vieja turbina, aunque la turbina antigua ya no está allí, y diversas galerías subterráneas.
Recomendaciones prácticas para visitar la colonia Sedó
- Actualmente (marzo 2021), a causa del coronavirus, no se realizan visitas guiadas al Museo. Así que nosotros realizamos la visita por libre. No me cabe duda que a través de una visita guiada habríamos extraído mejor la esencia de la visita. Sin embargo, hay muchos paneles informativos, y en caso de duda, siempre encontraréis al personal del Museo de la colonia Sedó dispuesto a ayudaros. En ese sentido quiero destacar su amabilidad.
- La entrada para visitar la colonia sedó cuesta 6 €. También se ofrecen diversas opciones de entrada reducida. Las podéis consultar en la propia Web del Museo. Allí también encontraréis los horarios de apertura e información completa.
- El Museo no se entendería sin ver algunos de los elementos del exterior, así que es recomendable que os deis un paseo por la colonia para complementar la visita, como mínimo, para ver los que os he citado en el post.
- El Museo se encuentra en un polígono industrial. A la entrada hay un cartel de prohibido el paso a personal ajeno (o algo parecido). Olvidaos de la señal de advertencia, porque el Museo está dentro. No os vaya a ocurrir como a nosotros, que nos lo pasamos de largo pensando que la zona no era de libre acceso para los visitantes del Museo.
- Para llegar en coche es por la autovía A-2: salida Esparreguera Sur 582B. Si vais en transporte publico, tenéis que parar en Esparreguera u Olesa de Montserrat, ya que hasta la colonia Sedó no llega el transporte público
La visita resulta sumamente interesante para aprender como era la vida en la antigua colonia y, sobre todo, para comprender como funcionaba la energía hidráulica. En su época, la colonia Sedó, en relación al aprovechamiento de recursos hídricos, refleja un trabajo innovador y de grandes dimensiones para obtener el máximo partido del caudal del río Llobregat.