Hacía tiempo que teníamos en mente visitar la Masia Freixa, me llamaba la atención ese edificio de blanco impoluto con formas sinuosas.
Cuando llegamos, interpelé a mis hijos sobre si reconocían en la estructura de la Masia Freixa los diseños de algún arquitecto. Sin dudar, me contestaron que era obra de Gaudí. Pero no, no fue diseñada por Gaudí, sino por Lluís Muncunill, que probablemente jamás conoció a Gaudí. Pero hay que reconocer que la Masia Freixa tiene una total inspiración en la obra gaudiniana.
Aprovechamos un domingo por la mañana para hacer una visita guiada. En tiempo de Coronavirus tienen la seguridad muy bien pensada. La visita se hizo a través de una radioguía y, a pesar de que nuestra guía estaba en persona, a pocos metros de nosotros, la escuchábamos a través de nuestros auriculares.
La Masía Freixa, un poco de historia
Si conocéis Terrasa, sabréis que esta ciudad es una ciudad industrial, que alcanzó pleno auge cuando empezó la producción en sus fábricas. A consecuencia de ello, se produjo un flujo de personas que venían del campo a la ciudad y así se inició su crecimiento.
Así, no es de extrañar que la construcción primigenia de la Masia Freixa fuera una fábrica. No os dejéis llevar por la calificación de masía porque nunca estuvo relacionada con el mundo agrícola.
De hecho, fue un encargo que hicieron, a Lluís Muncunill, Josep y Alfons Freixa Argemí. El edificio se dedicó a la hilatura o a almacenaje de alpaca, tipo de lana del que los hermanos tenían la patente.
Sin embargo, más adelante, en 1905-1910, Josep Freixa decidió encargar, de nuevo a Lluís Muncunill, la transformación del edificio en residencia para la familia. Y digo transformación, porque el edificio original, a pesar de que se mantuvo la estructura, no tenía nada que ver con lo que conocemos actualmente.
En un principio, la fábrica era un edificio austero, rectangular, de ladrillo visto y tejado a doble vertiente. Muncunill lo que hizo fue construir un doble muro, en el que se abrieron puertas y ventanas con formas parabólicas. Por otra parte, también se mantuvo la estructura del tejado, que se cubrió con las sinuosas formas de las que hoy podemos disfrutar.
Visita a la Masía Freixa
Después de recoger nuestras radioguías en la Oficina de Turismo de Terrassa, que se encuentra nada más cruzar el vestíbulo de la Masía Freixa, iniciamos la visita en el exterior, donde pudimos contemplar las formas sinuosas de las ventanas y puertas. También en la cara norte hay una explanada, “la era” y un corredor porticado soportado por columnas.
Sin duda, llama la atención el tejado con formas onduladas y recubierto de una mezcla de cemento y pequeños cristales que hacen que brille, como si se encontrara cubierto de purpurina, cuando le da el sol.
Originalmente el edificio no contaba con los 2 pisos elevados en la parte central, dedicados a habitación de juegos el primero y al servicio el segundo. Asimismo, tampoco poseía la torre inspirada en un minarete que vemos actualmente. Estos elementos son frutos de reformas posteriores.
Tras visitar el exterior entramos al vestíbulo, una de las pocas estancias que conserva a día de hoy su mobiliario. Mobiliario que está pensado al último detalle para cumplir su función, con armarios con bancos adosados y sus espacios para guardar sombreros y paraguas. Los muebles son fruto de una reforma posterior que dirigió Joan Balcells. Aunque probablemente fueron diseñados por Muncunill.
El edificio en sí es bastante sobrio. En nuestro recorrido, en la planta baja, la mayoría de las estancias se usan actualmente como oficinas, pero podemos observar la calidad y funcionalidad de elementos como puertas, que a la vez realizan la función de armarios, pequeños detalles de forja en los que se muestra el trabajo minucioso de los artesanos…
De la planta baja, además del vestíbulo, lo que más me llamó la atención fue el pasillo con una sucesión de arcos paraboloides y una estancia que en su momento fue la habitación de la señora.
La habitación de la señora es un añadido al edificio en la zona donde originariamente estaba la puerta de acceso a la antigua fábrica.
Se trata de una sala en forma de ábside que nos hace recordar a una iglesia, y al igual que una iglesia, la sala está orientada hacia el este. Un salón luminoso que originariamente estaba ocupado en toda su pared por un sofá, que actualmente se encuentra en la residencia de los descendientes de Freixa en Barcelona.
A destacar, la funcionalidad, con un sistema que permitía la apertura de ventanas. Y es que en la Masia Freixa, diseño y funcionalidad van intrínsecamente unidos.
Otro elemento curioso que llama la atención es la escalera de caracol que sube hasta el minarete. El acceso a la misma no está permitido, ya que la escalera necesita reformas, pero verla desde abajo sin duda llama la atención.
Nuestra visita continua en las habitaciones de servicio, en el par de pisos que se alzaron a posteriori, el primero destinado a sala de juegos y el segundo al servicio. Si bien esta parte es austera, las habitaciones del servicio eran bastante amplias y gozaban de comodidades, como calefacción, cosa que no sucedía en otras casas de la misma época.
Desde las grandes ventanas podemos disfrutar del tejado desde otra perspectiva y apreciarlo con más detalle.
Recomendaciones prácticas de la visita a la Masia Freixa
- Los antiguos jardines de la Masía Freixas son actualmente un parque público. El parque de Sant Jordi, llamado así por una reproducción de una escultura de Sant Jordi obra de Donatello, que todavía decora el parque. El parque se convirtió en 1954 en el primer parque público de Terrassa.
- En el parque tenéis unas mesas de pícnic y también hay una cafetería.
- La visita, por el tema del Covid, como os he comentado, se realiza mediante radioguía. Tenéis que llevar vuestros propios auriculares. Pero si os olvidáis, no hay problema, porque en la Oficina de Turismo venden.
- Si queréis visitar la Masia Freixa, tendréis que reservar con antelación.
Cómo llegar a la Masia Freixa en Terrassa
En coche
- Está a unos 40 minutos de Barcelona por la C-58
En tren
- Cercanías Renfe, línea R4
Tenéis más información en la Oficina Turística de Terrasa
Sin duda, visitar la Masia Freixa es un buen plan para disfrutar de unas horas en Terrasa y, ya puestos, para adentrarnos más en la época y el contexto industrial de la ciudad os recomiendo hacer una visita al MNATEC, que está muy cerca, y si vais con niños les va a encantar.
Con este post sobre tu visita a la Masia Freixa en Terrassa nos hemos dado cuenta de lo equivocados que estábamos. Nosotros creíamos que las masías eran las típicas “casas de campo” en Cataluña como en Andalucía son los “cortijos”… Así que ha sido toda una sorpresa descubrir que muchas de ellas comenzaron siendo fábricas. 😉
Qué pena que no se pudiera subir por la escalera de caracol, seguro que las vistas desde arriba son espectaculares.
Saludos.
No , no estabáis equivocados!! LAs masías son agrícolas. La Masía Freixa es una excepción!! 😉
Todavía no tenemos el gusto de conocer España, lo teníamos planeado para este 2020 pero por razones de público conocimiento debimos quedarnos en nuestra Argentina. Cuando viajemos a Barcelona vamos a incluir en nuestro itinerario la Visita a la Masia Freixa en Terrassa, ya que gracias a este artículo nos parece de lo más interesante y pintoresco para conocer.
Saludos!!!
Sin duda me pasó lo mismo que a tus hijos,m me vino a la mente Gaudí. Muy interesante que su diseñador fue otro. Todavía no la conocemos pero seguro que llegará el momento. Gracias.por compartir todos estos datos tan valiosos!
Menos mal que has explicado que el nombre de Masia no debe hacer pensar al mundo agricola y rural, porque fue lo que pensé al leer el título del post. Y al igual que tus peques, yo también hubiera dicho que es obra de Gaudí…
Nunca había escuchado hablar de la Masia Freixa, un gran descubrimiento y, según lo que cuentas, muy seguro en los tiempos que nos tocan ahora. Una duda, ¿las mesas de picnic del parque pueden usarse ahora? O, esta zona está restringida por tema del covid?