Lerma se ubica a una media hora de la ciudad de Burgos. No en vano, está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España. Personalmente, le veo un encanto especial, posee un carácter particular y es ideal para disfrutar de la tranquilidad, la cultura y la gastronomía.
Su centro histórico mantiene el carácter señorial que le aportó la estancia del Duque de Lerma, valido de Felipe III.
Y es que, a pesar de que en Lerma hay indicios de ocupación histórica desde época prerromana, se ha convertido en lo que hoy conocemos gracias a la aportación de Don Francisco Sandoval Rojas. El primer duque de Lerma eligió está localidad como capital de sus dominios. A día de hoy se conservan en perfecto estado los elementos arquitectónicos que otorgan al casco antiguo un aire original y acogedor.
Lerma, a pesar de ser un pueblo muy visitado, no es de aquellos lugares que reciben turismo en masa, y se mantiene como un lugar tranquilo y silencioso.
Qué ver en Lerma. Recorrido por el núcleo histórico
El legado del Duque (s. XVII)
Cuando pienso en Lerma, la primera imagen que me viene es la del Palacio Ducal y la plaza porticada en la que se halla insertado. Es una buena idea empezar nuestro recorrido por la Plaza Mayor.
Palacio Ducal
El Palacio Ducal de Lerma es un edificio imponente de líneas rectas y aspecto sobrio. Se halla flanqueado por sendas torres cuadradas terminadas en punta.
La construcción del Palacio Ducal se inició 1601. El edificio se erige sobre lo que había sido un antiguo castillo. Fue en el Palacio Ducal donde se alojaba el Duque de Lerma y en ocasiones Felipe III.
El Palacio funciona a día de hoy como Parador de Turismo. Si no estáis alojados en él, una buena opción es entrar y tomar algo para ver el interior.
La Plaza Mayor
La Plaza Mayor, en la que se ubica el Palacio Ducal, tiene mucho encanto. Es una plaza porticada en la que los edificios conservan su espíritu castellano.
Aunque, a nivel personal, me parece muy decepcionante que la parte central se utilice como parking de coches. A pesar de ello, entiendo que en algún sitio tenemos que aparcar.
Justo al lado del Palacio Ducal se halla el Monasterio de San Blas, habitado por monjas de la orden de las dominicas.
Desde la Calle Mayor os dirigís hacía la calle Audiencia. El primer edificio grande que descubriréis es el Monasterio de Santa Teresa.
Monasterio de Santa Teresa
Este monasterio pertenecía a la orden de las carmelitas, que lo habitaron hasta la desamortización de Mendizábal. La iglesia, a día de hoy, es una parroquia, mientras que la parte monacal alberga el Ayuntamiento, los juzgados, la información turística y un centro de interpretación de Lerma.
Desde el monasterio de Santa Teresa salimos hacía la Plaza de Santa Clara. Una plaza con mucho encanto, en cuyo centro se ubica la tumba del cura Merino, al fondo unas arcadas constituyen el mirador de los arcos y a nuestra izquierda queda el Monasterio de la Ascensión del Señor.
Tumba del cura Merino
El conocido como cura Merino, Gerónimo Merino, fue un sacerdote que tomó especial relevancia en la defensa frente a las tropas francesas, a través de la guerra de guerrillas, durante la Guerra de la Independencia. Curiosamente, murió, en el exilio, en Francia. Sus restos fueron trasladados a Lerma en 1962.
Mirador de los Arcos
El Mirador de los Arcos nos permite dar un pequeño paseo a través de un corredor que nos ofrece unas vistas preciosas sobre la planicie. Campos en los que en verano se combinan las tonalidades verdes de la vegetación con el amarillo del trigo recién segado.
Monasterio de la Ascensión del Señor
Es un convento de monjas de la orden de las clarisas. De todos los monasterios que hay en Lerma, que no son pocos, este fue el pionero. Lo fundó Mariana de Padilla, la nuera del Duque de Lerma en 1604.
Colegiata de San Pedro
Sin duda, a mi parecer, es el edificio más imponente de la localidad. Se trata de una iglesia consagrada en 1617. Está estructurada en tres naves. En su exterior, de líneas rectas y estilo sobrio, se destaca la torre cuadrada, de varios cuerpos, terminada en punta.
Monasterio de la Madre de Dios
El monasterio de la Madre de Dios (1608-1610) es un pequeño monasterio de la época ducal. Funcionó como convento de carmelitas hasta el año 2016.
Núcleo Medieval
Calle Zorrilla
En la plaza de San Pedro encontramos una escultura dedicada a Zorrilla. Es en la villa de Lerma dónde se encuentra la casa familiar donde José Zorrilla vivió buena parte de su juventud. En la calle hay algunos fragmentos de textos de este escritor de época romántica.
Por la zona también se pueden apreciar los restos de lo que fue la plaza porticada del antiguo núcleo medieval.
Arco de la Cárcel
El arco medieval es lo que queda de la antigua muralla que circunvalaba el núcleo medieval de Lerma. Era la puerta principal de acceso al municipio. Las torres defensivas son originales, aunque la puerta, actualmente muy bien conservada, es fruto de reformas posteriores.
Puente medieval
A las afueras de Lerma, aunque a unos pocos cientos de metros del núcleo urbano, se encuentra el puente medieval. Lo podéis ver desde la carretera al entrar a Lerma. Se puede pasear por encima del puente, aunque si queréis ver sus arcadas, tendréis que bajar a la orilla del rio Arlanza. Era el acceso norte del Camino real. Antes de llegar encontraréis una pequeña ermita.
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Dónde comer en Lerma
A pesar de ser un pueblo pequeño, hay suficiente oferta para comer, especialmente en el centro. Concentrados entre la Plaza Mayor y la Plaza del Mercado Viejo hay varios asadores y bares.
La gastronomía de la zona contiene platos como el lechazo, morcilla, vinos de Arlanza, sin pasar por alto la repostería… Curiosamente, encontramos algunos establecimientos que también ofrecían carne de Wagyu. Aunque esto no sea lo típico y tradicional, el wagyu es una carne de gran calidad, tierna y jugosa. Procede de una especie de ternera de origen japonés deliciosa, vale la pena probarla.
Para ir de tapeo a la cena, os recomiendo el Bar Mercado Viejo, en la Plaza del Mercado Viejo. La plaza se encuentra bastante concurrida, pero el servicio es rápido y eficiente. Hay varias tapas típicas de la zona, como pueden ser morcilla, torreznos, cojonudos y cojonudas (estos últimos son montaditos con 1 huevo de codorniz, pimiento y una rodaja bien de chorizo o morcilla) Las patatas bravas están muy ricas también.
El Restaurante Galoria, ideal para disfrutar de un lugar más recogido y acogedor, tiene una terraza ajardinada muy bien decorada, ideal para una velada nocturna. Es restaurante, pero también gozan de opciones como las hamburguesas.
Los dulces de las monjas clarisas
Una de las características de la Villa Ducal de Lerma es el gran número de monasterios de diversas ordenes religiosas, clarisas, carmelitas y dominicas que se concentran en el municipio. Se dice que antiguamente en algunos de los monasterios las condiciones de vida eran bastante extremas.
Pero, vamos a centrarnos en las clarisas. Las monjas del convento de las clarisas son de clausura. Una de las características de esta comunidad es que la media de edad es joven. Regentan una tiendecita donde venden los dulces que ellas mismas elaboran. Cada vez que vamos a Lerma nos acercamos hasta el convento y nos llevamos alguna cajita.
Al traspasar la puerta del convento nos encontramos con unos carteles con los productos que elaboran. Hay una ventana con un torno de madera. La comunicación con la religiosa que atiende se realiza a través del torno, no podemos verla a ella ni ella a nosotros en ningún momento. El pedido es a través de un giro de torno. Lo cierto es que la primera vez que lo vi me llamo mucho la atención. Si pasáis por Lerma, no lo dudéis, porque los dulces que hacen tienen un sabor casero riquísimo.
Además de las tradicionales pastas de té, tienen galletas de mantequilla, o incluso los típicos brownies americanos.
El horario es de 10’30 a 8 de la tarde.
Nuestro alojamiento, Hotel Villa de Lerma
A pesar de haber visitado en varias ocasiones este bonito pueblo, solo hemos pernoctado una vez. Lo hicimos en el Hotel Villa de Lerma, básicamente porque admitían mascotas, aunque finalmente tuvimos que ir sin nuestro querido peludete.
La cuestión es que a pesar de ser un alojamiento sencillo y el desayuno escueto, quedamos encantados por la limpieza y buen trato. Lo más probable es que repitamos cuando volvamos a Burgos.
Recomendaciones prácticas para visitar la Villa Ducal de Lerma
- En la Plaza Mayor hay un aparcamiento gratuito
- La oficina de Información turística se encuentra muy cerca de la Plaza Mayor, en la calle Audiencia. Podéis pedir un plano con los edificios más importantes. También ofrecen visitas guiadas por Lerma; podéis consultar los horarios allí mismo.
- Si queréis comprar algo, son típicos los dulces de las clarisas, vino, carnes y morcillas.
- En los alrededores de la Villa Ducal de Lerma no os podéis perder la visita a Santo Domingo de Silos, el desfiladero de Yecla, Covarrubias o la iglesia de Santa María del Campo. Hacedme caso, todos estos lugares cercanos merecen una pequeña visita.
Podéis ver toda la Villa en unas pocas horas.
Lerma es ideal para disfrutar de una escapada disfrutando de sus calles, su gastronomía y el conjunto de edificios de gran valor arquitectónico. Vale la pena una visita a uno de los pueblos más bonitos de España.
Vaya pueblo bonito
Muy bonito pueblo, grande recomendaciones.
Muchas gracias por compartir.