Si os gusta visitar pueblos bonitos, que cumplan las expectativas de toda la familia, Morella es una buena opción. El castillo, las torres y el Museo de dinosaurios deleitará a los peques y a mayores.
Es un pueblo turístico pero tranquilo en el que vale la pena perderse, callejear un poco y disfrutar de su gastronomía típica.
Morella es un municipio ubicado en la comarca dels Ports, provincia de Castellón, al norte de la Comunidad Valenciana. En este post os voy a contar el recorrido que hicimos en nuestra visita y las delicias de la gastronomía morellana que descubrimos durante nuestra excursión.
Qué ver en Morella
Acueducto. Arcs de Santa Llúcia
A medida que vas acercándote a Morella, por la N-232, además del pueblo y su castillo erigiéndose sobre la cima de un cerro, os encontraréis con el acueducto.
Hay una pequeña explanada a los pies de un tramo del acueducto donde podéis hacer una parada para tener una primera aproximación a este municipio que se cuenta entre los pueblos más bonitos de España.
El acueducto data del s. XIV. Fue Jaime I quien en el año 1238 donó la fuente de Vinatxos a Morella y Jaime el Justo autorizó al Consell de Morella su construcción para poder abastecer de agua al municipio desde la fuente de Vinatxos.
Actualmente el acueducto luce impecable con una piedra limpísima. Ello se debe a que a lo largo de su historia ha tenido varias reparaciones.
Una vez hecha la parada en el acueducto, nos dirigimos carretera arriba hasta la ciudad. Antes de llegar hay una amplia zona de aparcamiento municipal. Es de pago, pero es una tarifa única de 2’50 €.
Desde allí nos dirigimos a la entrada, donde nos reciben unas imponentes torres gemelas, las de Sant Miquel.
Las Torres de Sant Miquel
Las de Sant Miquel son un par de torres que enmarcan el arco de la puerta de entrada a Morella. Datan del s. XV. Son de planta octogonal coronadas por almenas.
Una vez atravesamos las torres, a nuestra izquierda encontramos la Oficina de Información Turística, y a la derecha el Museo de los dinosaurios. Si vuestros peques son amantes del mundo de los dinos, estoy segura de que el museo les va a encantar.
Os aconsejo empezar vuestro recorrido por Morella por la calle Mare de Déu del Pilar. Una callejuela atractiva, con casas blancas de pueblo y muy acogedora.
Es una calle comercial, que si seguís en linea recta os llevará hasta el Ayuntamiento.
Ayuntamiento de Morella
Se trata de un edificio, no demasiado llamativo, de estilo gótico civil. Si atravesáis la puerta, os encontraréis con una mini exposición, ya que allí están los Gigantes de Morella preparados para salir de fiesta cuando se preste la ocasión. Allí se conservan unas antiguas puertas de madera y una reproducción del relieve del tímpano de la puerta principal de la iglesia de Santa María de Morella. No olvidéis dar un repaso a la arquitectura.
Si seguimos avanzando en línea recta llegaremos a la calle Blasco de Alagón.
Calle Blasco de Alagón
Sin duda, esta calle os sorprenderá gratamente. Es una de las calles más emblemáticas y turísticas de Morella. En ella encontramos el bullicio de bares y restaurantes. Pero su característica principal es que se trata de una calle porticada, con una serie de porches que la dotan de gran personalidad.
Tradicionalmente se la denomina La Plaça porque si os fijáis en el suelo están delimitados los espacios para el mercado semanal que se celebra en este punto desde la época medieval.
Justo debajo de esta calle encontramos el antiguo barrio judío.
Si seguimos avanzando en linea recta, llegaremos enseguida a una plaza donde giraremos y cambiaremos el sentido para subir hacia la basílica arzobispal de Santa María.
Basílica arzobispal de Santa María de Morella
Fue construida entre los siglos XIII y XVI, de ello que su estilo sea gótico y renacentista. Particularmente, lo que más me llamó la atención fue la puerta y la situación de un rosetón en un lateral de la fachada principal. No es una basílica altísima, de hecho resulta curiosa la altura de la iglesia en proporción a la puerta principal. Esta última es alta y estilizada al más puro estilo gótico.
En su interior cuenta con tres naves con sus correspondientes ábsides y se destaca el retablo del altar mayor.
A pocos metros de la Basílica encontramos el convento de Sant Francesc y el Castillo de Morella.
Si queréis visitarlos, bien merece la pena, la entrada es la misma para ambas construcciones. Primero se visita el convento y más arriba está el castillo.
Convento de Sant Francesc
Se trata de un antiguo convento de frailes franciscanos. El claustro del mismo es lo primero con lo que nos encontramos y es de una belleza increíble, nos cautivó totalmente.
Algo que resulta muy curioso en la visita al Convento de Sant Francesc es la sala De Profundis. Es en esta sala donde antiguamente se instalaban los monjes menores cuando morían hasta que llegaba el momento del entierro. Acordes con esta función de acogida de difuntos se conservan (bastante deteriorados) unos frescos en la pared que representan la danza de la muerte.
Del convento también se puede visitar la iglesia del s. XIV. Está totalmente restaurada, ya que permaneció varios años en estado de abandono.
Castillo de Morella
Si visitáis Morella, es imprescindible subir al castillo. Nosotros llegamos hasta arriba de todo, a la plaza de las armas, y fuimos tranquilamente descubriendo sus rincones. En la parte superior también encontramos una pequeña exposición que nos adentra en la comarca dels Ports.
Es un castillo bastante extenso, con una amalgama de construcciones hechas en diferentes épocas. Asimismo el castillo tiene diversas alturas. Podemos ver puertas, hornos, puentes levadizos, prisiones, baluartes,… Muchos elementos típicos de una fortaleza militar. Vale la pena disfrutarlo tranquilamente dando un paseo. A más de 1000 m de altitud también nos ofrece muy buenas vistas.
Y si os gusta caminar, podéis hacer un camino bordeando las murallas, el paseo de ronda, que lo podéis empezar en la puerta de Sant Miquel.
Gastronomía morellana
No os voy a engañar si os digo que me sorprendió gratamente la riqueza de la gastronomía morellana. En la arteria comercial de la ciudad encontraréis restaurantes y numerosos comercios de alimentación donde podéis adquirir productos típicos. Personalmente me gustó mucho la carnicería Catalán, cerca de Blasco de Alagón, porque se ve la típica de toda la vida.
Para comer también hay una oferta bastante amplia. Nosotros fuimos a La Fonda. Comimos bastante bien en relación calidad-precio, y la atención familiar y exquisita. Por supuesto, probamos las delicias gastronómicas de Morella, como las croquetas morellanas o la sopa morellana. La sopa es un caldo de carne y verduras cuya originalidad es que contiene bolitas de pasta xoux. En casa somos muy soperos, así que salimos encantados.
En cuanto a las croquetas, no os vayáis a pensar que las morellanas son las típicas croquetas redonditas. Su forma es triangular o parecida a una empanadilla. Van rellenas y rebozadas, tienen un ligero toque de canela.
No os podéis ir de Morella sin probar sus embutidos, quesos o los butifarrons de canela, que son una auténtica delicia.
Y para dulce, los típicos flaons (en casa los llamamos pastissets), unas empanadillas dulces rellenas de almendras y requesón, de origen árabe, que se elaboran desde época medieval.
Recomendaciones prácticas para la visita a Morella
- Id preparados para caminar, lo mejor, calzado cómodo, si subís al castillo o bordeáis las murallas.
- Si queréis entrar a varios sitios, lo mejor es coger una entrada combinada. Podéis consultar en la Oficina de Turismo, que como os he comentado, está nada más pasar las puertas de Sant Miquel.
- También en el post ya os he mencionado que el parking municipal está antes de las puertas y la tarifa es asequible. Hay dos parkings más, pero el primero con el que te encuentras al llegar es el más cómodo, a mí parecer.
- Un poco antes de llegar a las puertas de Sant Miquel hay servicios públicos.
Cómo llegar
- Para llegar, lo podéis hacer por la carretera N-232.
- Autobús, linea regular
Como podéis apreciar, si habéis llegado hasta aquí, Morella es un destino muy recomendable, y si vais en familia, seguro que lo pasáis genial disfrutando de sus monumentos, museos y descubriendo todo su pasado medieval. También es muy recomendable visitar alguno de los pueblos de la comarca dels Ports, los hay con mucho encanto.